El Espanyol firma un valioso empate en su visita al Atlético de Madrid (1-1) después de jugar con un hombre menos desde el minuto 27, cuando Leandro Cabrera vería una polémica tarjeta roja. No obstante, los pericos han obtenido un empate a domicilio que les permite seguir alejándose del descenso de la Liga Santander.
Polémica servida por la expulsión de Leandro Cabrera
Aunque la batuta solo la ha asumido el conjunto dirigido por Diego Pablo SImeone, el Espanyol se ha mantenido firme en defensa. Ciertamente, la actitud del equipo blanquiazul estaba siendo muy defensiva, ya que el Atlético de Madrid los estaba superando en la mayoría de facetas del juego.
El balón quemaba en pies pericos y los hombres importantes del equipo no han entrado en juego prácticamente en ninguna ocasión. Ni Sergi Darder podría anestesiar el dominio de los locales con la posesión, ni Joselu podría ganar tiempo para los suyos bajando balones en ataque. Sea como sea, la inferioridad del Espanyol se ha agravado a partir del 27' cuando, en una jugada que no deja de ser muy dudosa, Cabrera ha visto la tarjeta roja por una acción con Álvaro Morata.
El delantero madrileño arrancaba la moto muy por detrás del central uruguayo, que, a priori, partía con ventaja para apoderarse de un balón sin dueño. Con todo, el defensa perico acabaría emparejado con el delantero colchonero y, en un lance en que Morata también ha puesto de su parte para acabar en el suelo, caída, y veredicto controvertido de Pulido Santana. Todo el Espanyol reclamaba que la roja era demasiado castigo, pero Cabrera no dejaba de estar en situación de último defensor y el árbitro se ha regido a esta norma para dejar con 10 hombres a los visitantes.
Contra tierra, mar y aire, el Espanyol sobrevive
A partir de la expulsión, el Atlético de Madrid ha empezado a hacer efectiva su superioridad numérica embotellando al Espanyol en su área. Las incorporaciones de Reinildo por banda izquierda otorgando el dos contra uno a Carrasco sería uno de los filones que aprovecharían los colchoneros para hacer daño. Mientras tanto, el Espanyol esperaba como agua de mayo el descanso con el fin de recibir nuevas indicaciones de un Diego Martínez que había tratado de paliar el boquete de la ausencia de Cabrera con la entrada de Sergi Gómez.
Así pues, en la reanudación, el técnico gallego planteaba una defensa de tres con Joselu solo de referencia arriba. El '9' blanquiazul, muy sacrificado en la presión y sin prácticamente oportunidades para participar en el juego, tenía la única misión de sacar faltas a favor del Espanyol y de tratar de cazar algún balón en una jugada aislada. Así llegaría el gol del Espanyol. El partido estaba inclinado hacia la portería de Lecomte, pero en un centro de Óscar Gil, prolongación del goleador perico y, contra todo pronóstico, Sergi Darder para el 0-1.
El Metropolitano no acababa de creerse que su equipo fuera perdiendo, pero hasta la entrada del villano de la película colchonera durante esta temporada, no llegaría el empate. Joao Félix, factor diferencial que está viviendo momentos muy complicados este curso, volvería a ser el héroe del Atlético. Como en la pasada jornada, los madrileños iban a remolque, y como en la pasada jornada, el '7' portugués daría un puñetazo sobre la mesa con un gran gol. Y es que desde su entrada, el Atlético de Madrid tenía otro aire. Ya en el descuento, el propio Joao tendría una clarísima que él solo se fabricaría tirando de calidad, pero Lecomte, por justicia cósmica, salvaría hoy un punto para el Espanyol. Un punto que permite a los pericos alejarse de la zona de descenso y que tiene, sin duda, sabor a victoria.