En el Barça estaban esperanzados con que Unai Emery sería capaz de recuperar la mejor versión de Clement Lenglet. El central francés, que después de brillar en el Sevilla firmó una gran temporada en el Camp Nou, cayó en desgracia, acumulando errores muy graves, lo que le llevó a estar en la lista de transferibles. El problema, obviamente, era el enorme salario de Lenglet, a lo que se añade el hecho que el Barça pagó por él 36 millones de euros, una combinación que convertía su traspaso en un imposible. La única salida era la cesión y el Barça logró cerrarla con el Tottenham.
En Londres, sin embargo, Lenglet siguió siendo un jugador muy irregular, yendo de más a menos, hasta el punto que al acabar la temporada el Tottenham decidió no hacer frente a la opción de compra que tenía encima de la mesa. Todo volvió a la casilla de salida.
Lenglet, cesión fallida al Aston Villa
Este verano, sin embargo, le llegó a Lenglet una segunda oportunidad, después de que Unai Emery aceptara acogerlo en su esperanzador Aston Villa. En un equipo plagado de nuevas estrellas, Lenglet se convirtió en el suplente de Pau Torres, una situación que ha cambiado en las jornadas de Navidad, en las que Emery le ha dado la oportunidad por los problemas físicos del excapitán del Villarreal. Lenglet ha sido titular de forma consecutiva en los partidos contra el Sheffield United, el Manchester United y el Burnley, 3 partidos plagados de errores del central francés.
Finalmente, Emery decidió sustituir a Lenglet, a la hora de juego del partido contra el Burnley, harto de la irregularidad del central francés, que volverá al banquillo una vez el entrenador logre recuperar a Pau Torres. Lo que Emery ya tiene claro es que Lenglet no se quedará en el Aston Villa una vez termine su cesión, ya que el club de Birmingham no se lo quedará en propiedad y se lo devolverá al Barça.
Lenglet, sin sitio en el Barça
El gran problema para el Barça es que Clement Lenglet tiene contrato con el club blaugrana hasta el 30 de junio del 2026, cuando el francés cumpla 30 años, por lo que el Barça difícilmente podrá traspasarlo en verano que viene. O lo regala dándole la carta de libertad o lo vuelve a ceder, con el único objetivo de ahorrarse una parte de la suculenta ficha que se lleva el francés.
Xavi Hernández llegó a valorar la posibilidad de quedárselo, para darle amplitud al banquillo, aunque finalmente decidió darle una salida, convencido de que con Íñigo Martínez tenía cubierta la salida de Eric Garcia al Girona. De hecho, el entrenador prefiere recuperar al central del Girona que a Lenglet, que difícilmente volverá a vestir de blaugrana.