Juan Carlos Unzué, exfutbolista y exentrenador afectado por la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), anunciaba hace solo una semana que dejaba las retransmisiones de los partidos de fútbol en DAZN a consecuencia de las complicaciones que le está generando el avance de la enfermedad. Ahora, Unzué ha anunciado que no se someterá a una traqueostomía cuando llegue el momento de hacerlo. En una entrevista este martes en RNE ha hablado sobre su enfermedad y su desarrollo y ha confesado el cambio de decisión con respeto la traqueostomía, una intervención que le podría alargar la vida, pero que, según ha detallado, también le podría afectar a la calidad de su día a día. “Hace dos, tres años firmé mis últimas voluntades. Dentro de ellas estaba la posibilidad de someterme a la traqueostomía y en aquel momento dije sí, pero hoy digo que no”, ha relatado. “Quiero dejar claro que tengo admiración por las personas afectadas que se han hecho la traqueo, les tengo admiración, pero yo prefiero marcharse un poco antes, con la sensación de que mi vida ha sido plena hasta el último día”.
“He estado muy consciente estos últimos años de que vas perdiendo la fuerza, la movilidad total de una pierna, de un brazo, de una mano… Pero oyes que con ayuda lo puedes suplir. Pero claro, cuando empiezas a oír que te va fallando el tema respiratorio ves que la ayuda no la podrás tener. Eso sientes que es vital para poder seguir adelante”, ha asegurado.
La actitud ante la vida
Juan Carlos Unzué ha reconocido que la decisión de no hacerse la traqueotomía, si en el futuro la necesita, no está acondicionada por un tema económico, pero ha reclamado que los pacientes que sí que quieran hacérsela puedan tener bastantes recursos para poder vivir con calidad de vida. La Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (adELA) ha presentado un plan de choque que consiste en avanzar una parte del presupuesto de la ley para poder cuidar y atender a las personas que necesitan ventilación 24 horas. “Son personas que algunas de ellas están en un punto crítico de la enfermedad. Este punto crítico es el momento en que tienes que decidir si te haces la traqueo o no”, ha detallado. “No tenemos que permitir que una sola persona más en nuestro país queriendo vivir, se sienta obligada a morir por la falta de las ayudas que comporta esta ley”. Unzué ha denunciado que, hasta ahora, solo “la gente que tenía recursos económicos y familia a su alrededor podía salir adelante”. Por eso, uno de sus deseos es poder ver cómo estas ayudas llegan a todas las personas afectadas: “Si eso pasa y si eso lo veo, me iré feliz”, ha añadido.
Unzué, que hace años que es la cara más visible de la ELA, ha defendido que “cualquier persona está capacitada para tener una buena actitud ante una situación complicadísima”. “Yo he podido poner mi imagen, pero sin el trabajo de todos ellos eso habría sido imposible”, ha afirmado.
La llegada de la ELA
El exportero ha compartido cómo llegó la enfermedad a su vida cuando todavía era el primer entrenador del Celta de Vigo. “Notaba un cansancio general al que no estaba acostumbrado. A los tres o cuatro meses un dedo de la mano izquierda empezó a funcionar diferente al resto. Aquí me preocupé.” Unzué ha explicado que cuando aumentó su preocupación fue en mayo o junio del 2018 a causa de sus salidas en bicicleta, porque a diferencia de siempre “me cansaban mucho y lo acumulaba”. En aquel momento ya había hecho alguna visita al neurólogo, pero no fue hasta el 1 de julio del 2019 cuando los médicos se atrevieron a confirmarle que tenía ELA. “En un primer momento, sentí alivio por conocer lo que tenía, pero cuando sabes lo que significa la ELA, no es fácil de asumir”. Sin embargo, ha relatado que después de unos momentos de incertidumbre “apareció la palabra mágica: aceptar. Aceptar que la ELA también formaría parte de mi vida”.
Unzué ha reconocido que el momento más complicado del recorrido ha estado cuando los explicó a sus hijos, casi 5 meses después de conocer el diagnóstico. “Después de comer les voy lo que tenía con toda la claridad. Fue el día más emotivo de todo el proceso. Es el último día que lloré, que me cuesta mucho. Me sentí triste, pero orgulloso y agradecido de percibir que tengo una familia tan unida y que siempre ha estado conmigo y que nuestros hijos están más unidos que nunca”. Unzué ha tenido unas palabras para su mujer, que es la persona que está con él todo el día: “poder comprobar que en un momento de gran dificultad, tu pareja, esta persona que lleva muchos años contigo, está más unida a ti que nunca es uno de los aspectos positivos de la enfermedad”.
El futbol en la vida de Unzué
El exportero del Osasuna, FC Barcelona o Sevilla ha recordado su infancia, donde fue “muy feliz y no tuve más remedio que jugar como portero porque era el pequeño de cinco hermanos”. Durante sus 17 años de carrera profesional compartió vestuario con personas como Johan Cruyff y Pep Guardiola. “Me quedo con los dos, he tenido la suerte de trabajar con los dos. Johan nos marcó a todos cuando llegamos aquí en el 88. Era inteligente, exigente y una persona también muy próxima. Yo jugué poco aquellos dos años porque estaba Zubizarreta, pero siento que aprendí muchas cosas que me ayudaron al resto de mi carrera deportiva, además, Cruyff nos cambió la mentalidad y Guardiola mejoró y evolucionó la idea de Johan. Ha sido un transgresor”. Ahora reconoce que no echa de menos el fútbol: “No añoro prácticamente nada porque tengo la sensación que he tenido una vida llena”.
Lo que espera Unzué después de su muerte es que su familia no lo recuerden tristes y que sigan con su vida: “Yo espero que el luto que tengan cuando yo no esté aquí sea el más corto posible porque mi vida ha sido una vida plena. He sido feliz. Entonces yo diría y les pediría a toda la gente que me conoce, que me recuerden con una sonrisa, con esta sonrisa que han visto en mi cara durante tanto tiempo”, ha concluido.