Marc Márquez consiguió este fin de semana su tercera victoria en la actual temporada, la cuarta si contamos la Sprint del Gran Premio de Aragón. Ya advirtió que el Circuito de Phillip Island se adaptaba a la perfección a su estilo de pilotaje, gracias a las condiciones climatológicas y a las curvas de izquierdas, y avisó que veía muchas opciones de subir a lo más alto del podio. Y no se equivocó, superando a todos sus perseguidores.
Una cosa que tiene especial mérito cuando recordamos que tiene una Desmosedici GP 23, es decir, una Ducati del año anterior, y claramente inferior a las de Jorge Martín, Francesco Bagnaia y Enea Bastianini, los tres pilotos que, junto al ‘93’ siguen contando con opciones matemáticas de pelear por el título. De modo que es imposible no ilusionarse ni tener esperanzas con ver al ex del Repsol Honda HRC nuevamente conquistando el campeonato de Moto GP.
Obviamente, será muy complicado que esto pueda suceder esta temporada, debido a que está en un equipo satélite, como es el Gresini Racing, y que la distancia con ‘Martinator’ es de 79 puntos, cuando solamente quedan tres Grandes Premios por celebrarse. Pero todo cambiará a partir de 2025, momento en el cual podremos ver al ilerdense vistiendo de rojo, en el equipo oficial de Ducati, siendo el compañero de box de ‘Pecco’. Por lo tanto, tendrá la mejor moto de la parrilla.
Para muchos expertos, Márquez será el gran favorito al título, y el rival a batir. Y nuevamente se le ve disfrutando encima de la moto, y mostrando su mejor versión, después de haber dejado atrás los problemas de lesiones que le habían lastrado durante los últimos años. Y esto supone una amenaza para el resto de pilotos del paddock, y sobre todo, para Valentino Rossi, que corre el riesgo de ver como su gran enemigo le iguala en trofeos.
Ahora mismo, ‘El Doctor’ tiene nueve, siendo el de 2009 el último que conquistó, mientras que Marc se encuentra con ocho, a solo una copa más de ponerse a su altura.
Rossi confía en Bagnaia para impedir que Marc vuelva a ganar
Rossi no puede ocultar sus nervios, y ha intentado desestabilizar a Marc siempre que ha tenido la oportunidad con las declaraciones que ha realizado, pero está claro que no han tenido efecto. De hecho, le han motivado todavía más.
Y la única esperanza que le queda al histórico ‘46’ es que Bagnaia, su discípulo, consiga superar a Márquez el próximo curso.