La llegada de Marc Márquez al equipo Gresini Racing ha supuesto un auténtico bombazo en el mundo del motociclismo. Con 8 Mundiales en su palmarés, el piloto de Cervera ha decidido cambiar de aires, de Honda a Ducati, para formar equipo junto a su hermano Álex Márquez. "Estoy ilusionado con este nuevo reto. No ha sido una decisión fácil porque es un gran cambio en todos los sentidos. Pero a veces en la vida es importante salir de la zona de confort y ponerse a prueba para seguir creciendo”, explicó Márquez cuando se oficializó la noticia.
El gran problema será la moto, ya que la Ducati es rápida, pero especial, lo que provoca que no todos los pilotos sean capaces de adaptarse a ella. "En cuanto a la moto, sé que tendré que adaptar mi estilo de pilotaje a algunas cosas, y no será fácil. Pero también estoy seguro de que todo el equipo Gresini me ayudará mucho", admitió el piloto. Y es que no hay que olvidar que Gresini no deja de ser un equipo secundario de Ducati, como el VR46 Racing Team, el equipo de Valentino Rossi, que no va a permitir que el conjunto de Marc Márquez esté por encima del suyo.
Gresini, una Ducati por debajo del resto
Y es que los rumores apuntan a que Marc Márquez deberá conformarse con pilotar la temporada que viene una Ducati del 2023. La del 2024 será exclusiva del equipo Ducati oficial, aunque no se descarta que Valentino Rossi también sea agraciado con el nuevo vehículo. Solo hay que ver la clasificación general de MotoGP para comprobar lo que le espera a Marc Márquez en su nueva etapa. En estos momentos, el líder del Mundial es Francesco Bagnaia, del equipo oficial de Ducati, seguido por Jorge Martín, del Prima Pramax Racing, también de Ducati, y de Marco Bezzecchi, piloto del equipo de Valentino Rossi.
Para encontrar al primer piloto de Gresini hay que bajar hasta la posición número 11, donde se sitúa Álex Márquez, en zona de nadie, a más de 100 puntos del tercer clasificado. Su compañero, Fabio Di Giannantonio, es el 16º, por debajo incluso de Marc Márquez. Mucho deberán cambiar las cosas para que la temporada que viene el mayor de los Márquez pueda competir por ganar carreras.
Una adaptación complicada
A nadie se le escapa de que Marc Márquez tendrá la 7ª mejor moto de Ducati, por detrás de las 2 oficiales, las 2 del equipo Pramac y las 2 del VR46 de Valentino Rossi, a lo que hay que añadir la guerra obvia que darán las Aprilia, las KTM, las Yamaha y las Honda.
A ello se añade las dificultades que sufren todos los pilotos que aterrizan a Ducati, ya que trata de una moto con mucha personalidad, que requiere tiempo para cogerle el tono, momento en el que se convierte en una moto rápida y competitiva. "He cambiado para seguir disfrutando, ese es mi objetivo principal. Quiero volver a sonreír dentro del casco, y el resto llegará solo", afirmaba Márquez. Le queda trabajo por delante.