El Barça gana con contundencia contra el Valladolid para seguir agarrándose a la Liga Santander (0-3). Y lo hace siendo superior y con Leo Messi comandando, siendo determinante y superando el récord goleador de Pelé.
El Barça, con actitud positiva
No hay quien entienda a este Barça. Hoy ha tocado día de exhibición futbolística. Por actitud, intensidad y juego, los blaugrana han repasado al Valladolid. Y parecía que no sería posible porque el Barça llevaba casi tres meses sin ganar lejos del Camp Nou.
Pero desde el primer minuto se ha visto cómo el partido sería diferente a las anteriores decepciones. Y la tecla la ha pulsado Ronald Koeman. Dejando de lado su sistema habitual, ha apostado por tres defensas, dos carrileros, mucha calidad en el medio del campo y un delantero centro. En el banquillo, Coutinho y Griezmann. Y al ritmo que marcaba Messi, esta vez el Valladolid no ha sido rival.
Bajando a buscar el balón al lado de los defensas, Messi ha sido determinante desde el principio de las jugadas hasta el final. Y el capitán ha asistido a Lenglet en el minuto 21 para que abriera el marcador de cabeza. Y superada la media hora el '10' se ha inventado un pase imposible hacia Dest justo antes que Braithwaite marcara el segundo gol.
Un Barça dominador, sin miedo de tener la pelota, demostrando que la conexión de Pedri con Messi es especial y que De Jong superando líneas es un maestro, parece que ha dado la tecla. Al menos en este partido.
Messi no tiene rival
Pero sólo faltaba una cosa: el gol de Messi. En el partido más determinante del argentino de las últimas semanas, sintiéndose importante y más que participativo, había generado un gol y había servido otro. Y ha llegado en la segunda mitad para cerrar el partido.
En el minuto 65 el argentino ha completado su partido perfecto. Qué mejor que en Pucela para convertirse en el futbolista con más goles con un solo club. Después de una espuela de genio de Pedri, Messi ha marcado y ha superado a Pelé.
Un partido redondo a nivel de resultado, de sensaciones y de actitud. Con todo hecho, también echábamos de menos las intervenciones de Ter Stegen, muy poco exigido. Y cuando Koeman ha hecho un triple cambio, dando entrada a Umtiti, Busquets y Junior Firpo, ha llegado una doble parada descomunal del portero alemán.
Desde el 1 de octubre en Vigo que el Barça no ganaba en la Liga fuera de casa. Y por fin ha vuelto a demostrar que todavía quiere luchar para ganar el título. Una demostración coral, con récord para Messi —donde en el 2012 estableció el récord goleador en un año natural (91)— y nueva victoria contra el Valladolid, uno de los candidatos al descenso.