Hay veces en que ir a contracorriente no es sinónimo de tener razón. La baja de Arthur Melo ha provocado que gran parte de la masa social blaugrana reclame la titularidad de Carles Aleñá, un futbolista que, aunque es mucho más vertical que el brasileño, puede emular sus prestaciones en la base de la jugada.
Ernesto Valverde, sin embargo, ha decidido apostar por Arturo Vidal y la noticia es que este hecho ya no es noticia. En un escenario que el técnico extremeño conoce a la perfección, su receta para derrotar el Athletic ha sido el músculo. Como si quisiera recrear la estrategia de su ex equipo, Valverde ha alineado casi de manera paralela a Arturo Vidal y Ivan Rakitic, una pareja de interiores que sin duda haría las delícias del Cholo Simeone.
El resultado, como no podía ser de otra manera, ha sido nefasto. El Barça ha regalado 45 minutos y ha roto una racha de casi dos años marcando fuera de casa en la Liga. Por fortuna, Ter Stegen lo ha parado absolutamente todo y ha ligado un punto que parece insuficiente pero que podría ser vital a final del curso.
El Barça se despide de Bilbao y lo hace regalando dos puntos, pero como mínimo aprende una lección. Si quiere ganar en el Bernabéu y pasar la eliminatoria contra el Lyon, deberá replantearse qué centro del campo quiere que dirija el equipo (y el futuro del club la próxima década).