El belga Wout van Aert ha demostrado este lunes que el mallot rojo de líder da alas con una portentosa victoria al sprint en la tercera etapa de la Vuelta a España disputada entre Lousa y Castelo Branco, de 191,2 kilómetros, por lo que ha reforzado el liderato la en víspera de la llegada a la cima de Villuercas. En su debut en la Vuelta, Van Aert, ya tiene a dos tesoros más para añadir a su rico palmarés: el liderato de la Vuelta y el primer triunfo de etapa. Una cuenta pendiente que tenía el gran clasicómano belga, ya completada, además en un sprint de fuerza poderoso en que ha ganado el pulso al vencedor de la jornada anterior, el australiano Kaden Groves.
El vitoriano Jon Aberasturi se ha metido entre los mejores al subir a la tercera plaza del podio de una etapa marcada por el calor y que se ha cerrado con un tiempo de 4 horas 40 minutos y 42 segundos, a una velocidad media de 40,9 km/hora. La general no ha sufrido cambios significativos. Los 10 segundos de bonificación para Van Aert le han permitido alejarse del norteamericano McNulty a 13 segundos y del checo Vacek a 15. El líder "real" de la Vuelta, Primož Roglič, entrará a debatir con sus rivales directos este martes en el Pico Villuercas, en un margen en torno a los 30 segundos.
Van Aert: "Ayer me encontré bien, y hoy todavía mejor. Mañana en la montaña ya veremos"
"Ha sido un sprint largo, de fuerza, sabía que me tenía que lanzar desde lejos y lo he hecho a 200 metros, era perfecto para mí, de mucha velocidad. Ayer me encontré bien, y hoy todavía mejor. Mañana en la montaña ya veremos", ha dicho en meta Van Aert. De castillo a castillo, en Lousa, un tesoro que esconde la sierra de su mismo nombre, presidida por su fortaleza, en Castelo Branco, camino a la última etapa portuguesa con dirección a la frontera española, recorrida en la ocasión de manera vertical de norte a sur. La fuga ha recibido a sus habituales: Luis Ángel Maté, en su Vuelta número 12, sigue empeñado en ser protagonista. Esta vez se ha llevado de excusión a tres debutantes: su compañero Isasa y dos chicos del Kern Pharma, Iríbar e Ibon Ruiz. Una escapada consentida por un pelotón que rodaba cansado por la Beira sur bajo un solo abrasivo.
Maté ha coronado en cabeza la principal dificultad del día, el Alto de Teixeira (2.ª, 17,4 en el 3,2). Cuando ha pasado bajo la pancarta del puerto, el "lince" de 40 años ya tenía asegurado el jersey de la montaña. A 4.16 cruzó el gran grupo con el Visma de Van Aert y el Alpecin de Groves marcando el ritmo. Empezaba la etapa de verdad, la que conducía hacia la gloria de los vencedores. Ningún equipo impuso el tren en la aproximación. Quedan lejos aquellos tiempos en los que una sola formación imponía su ley a fuego, el tren para el velocista. El marcaje se ha establecido de lejos entre Groves y Van Aert. El australiano ha controlado la llegada a la recta definitiva, ha llegado mejor colocado que el belga, pero este había tomado nota a la llegada a Ourém. La jugada perfecta, en un sprint supersónico y de mucha fuerza, era atacar desde lejos.
Eso ha sido lo que ha hecho Van Aert, que ha remontado por la parte central, se ha puesto al frente y ha entrado como un ciclón, con las alas que proporciona el mallot rojo. Ha sido su estreno en la Vuelta en el año de su debut. Acumula ya 47 victorias en su palmarés, entre ellas 9 en el Tour, además de Milán San Remo o Strade Bianche. En la Vuelta ya ha abierto su historial. Ahora toca defender la roja en la montaña extremeña. Será otra historia. Después de tres jornadas en Portugal, este martes la cuarta etapa se disputa en territorio español, entre Plasencia y el Pico Villuercas, de 170,4 kilómetros. Primera cita con la montaña y con cuatro puertos en el menú: Cabezabellosa (2.ª, 10,1 km en el 4,9), Alto del Piornal (1.ª, 13,9 km en el 5,6), Puerto de Miravete (3.ª, 8 km en el 4,5) y la subida en Villuercas (1.ª, 14,6 km en el 6,2).