"Interferencia mínima, beneficio máximo". Así resume Carlos Velasco Carballo, exárbitro internacional, el objetivo del VAR (Video Assistant Referee). Carballo dirige el proyecto para implantar el sistema de videoarbitraje en la Primera División a partir de la próxima temporada. LaLiga, la Federación Española y el Comité de Árbitros siguen trabajando para formar a los árbitros en un nuevo escenario que cambia un deporte con más de 150 años de historia. Italia, Alemania, Portugal u Holanda ya se han acostumbrado a convivir con una tecnología que "aumenta el tiempo efectivo de los partidos".
¿Cuándo 'juega' el VAR?
"Esperamos que el VAR intervenga muy poco", dice Velasco Carballo. "La voluntad es evitar errores claros y manifiestos en acciones evidentes, incontestables y nítidas". Esta frase ha sido el hilo conductor de su presentación ante los periodistas, el punto más controvertido de la tecnología en el fútbol. Y los aficionados tendrán que empezar a estudiarlo. El VAR sólo intervendrá en cuatro situaciones. Ni una más, ni una menos: "No puedes pedirle café a la tostadora".
El acuerdo para adaptar la tecnología al fútbol ha superado "satisfactoriamente" los dos años de pruebas con el mismo reglamento. El VAR tendrá incidencia en los goles, las tarjetas rojas directas, los penaltis y las confusiones de identidad. Y pasará de largo de los saques de banda, las tarjetas amarillas o los córners. El VAR sólo interviene si detecta un error claro y escandaloso del árbitro. No tiene que haber el mínimo debate en la acción y todo el mundo tiene que estar de acuerdo", asegura Carballo.
En los goles, el VAR comprueba toda la jugada para dar validez: fuera de juego, posible falta previa, la pelota sale o no cruza la línea de la portería. Un gol se"revisa" desde la última posesión. La tecnología comprueba cualquier jugada dentro del área, por lo que no tendrá sentido que los futbolistas pidan revisar una decisión. Por ejemplo, el penalti a Lucas Vázquez contra la Juventus no se hubiera rearbitrado porque no era una jugada "incontestable". En cambio, el de Marcelo contra el Bayern de Munich, sí. Porque las imágenes disipan cualquier duda.
Con las rojas, siempre directas y nunca por doble amarilla, el videoarbitraje interviene cuando se produce un incidente "por juego brusco grave o conducta violenta".
La última palabra
El árbitro principal nunca pedirá nada. Siempre será el VAR quien "asesorará". En jugadas como fueras de juego, faltas dentro i fuera del área o confusión de identidad, el árbitro no revisará el vídeo a través de un monitor situado en el terreno de juego. Sí que lo hará cuando sean decisiones subjetivas, pero siempre prevalecerá su criterio.
El VAR puede generar jugadas difíciles de asimilar. Como por ejemplo que un equipo marque al contragolpe después de un penalti no silbado en su área. La intervención de la tecnología desharía el camino: anularía el gol y concedería el penalti. El árbitro siempre tendrá que detener el juego en una zona neutral o retrasar la reanudación de la jugada.
La dinámica de funcionamiento es clara. A partir de la próxima temporada, en la Liga española habrá un VAR por cada jornada (uno de los 20 árbitros de Primera División), acompañado de un asistente (AVAR1) y de operadores de vídeo. A pesar del refuerzo, Carballo no es tajante: "El VAR es un ser humano que cometerá errores".
LaLiga y la Federación siguen estudiando sobre cuál es la mejor opción para instalar los VOR (Video Office Room). Hay modelos centralizados, donde las decisiones se toman desde un mismo sitio para todos los partidos del fin de semana y hay otros descentralizados, itinerantes en función de los estadios.
Una formación contrarreloj
Todos los árbitros de Primera se encuentran inmersos en el curso teórico y práctico del VAR. Los impulsores del proyecto organizan diferentes jornadas para que los árbitros se familiaricen con su nueva herramienta de trabajo. El objetivo es que sumen 85 partidos como árbitros y 170 como VAR antes de que empiece la temporada 2018/19.
Las formaciones se realizan en las oficinas de Mediapro en Madrid, en unas instalaciones adaptadas tecnológicamente para revisar jugadas en diferido. Y se hacen simulando la realidad. Nadie puede entrar en el VOR y los móviles están prohibidos. Una cámara grabará todo lo que suceda a la sala y las conversaciones quedarán registradas. Además, la señal de televisión no llegará modificada por operadores. Todas estas medidas están encaminadas a favorecer la transparencia de una medida que generará controversia, sobre todo en los primeros días de vida.
Los árbitros estudian con el aval de la estadística. En las Ligas donde ya está en funcionamiento, el VAR comprueba cinco incidentes "serios" por partido, interviene en uno de cada tres enfrentamientos y 'roba' entre uno y dos minutos de media. Además, la reducción del 43% de las simulaciones en Italia ilustra el objetivo de una herramienta que también pretende "reducir conductas violentas".