Diego Pablo Simeone terminó el partido entre el Barça y el Atlético de Madrid con un enorme mosqueo. Su equipo había perdido en Montjuïc, un hecho posible, ya que el argentino nunca ha ganado al Barça a domicilio, pero lo había hecho gracias a un gol y a una gran actuación de Joao Félix, jugador que había salido del Metropolitano por orden expresa del entrenador. La relación entre ambos no es buena y Joao Félix, muy molesto por las críticas recibidas en el Atlético de Madrid, salió ultramotivado, a lo que añadió una celebración polémica, mirando hacia la afición colchonera, que le había insultado durante el partido, para terminar lanzándoles un beso.
La polémica estaba servida, aunque Simeone esquivó de forma directa la única pregunta que se le hizo en la sala de prensa con Joao Félix como protagonista. "Solo hablo de mi equipo y de mis jugadores", afirmó el entrenador con el rostro serio.
La reivindicación de Joao Félix
Al otro lado, Joao Félix estaba eufórico, muy contento. Su nombre había sido coreado por toda la afición, que le despidió con una cerrada ovación cuando fue sustituido. "La reacción del gol ha sido espontánea. Te pones en el calor del partido y fue como un alivio después del verano que he vivido. Solo las personas cercanas a mí, mi familia, saben cómo lo he vivido", afirmó Félix después del partido, unas declaraciones en la que reiteró su deseo de que el Barça lo fiche definitivamente el verano que viene, cuando el jugador volverá a ser miembro de la plantilla del Atlético de Madrid.
Y es aquí donde surgirá el gran problema, ya que el Atlético de Madrid no piensa dejar escapar a tu jugador por menos de 80 millones de euros, una cifra que el Barça no puede asumir. La intención del Atlético es forzar la situación, consciente de que en Europa habrá varios clubes dispuestos a fichar a Joao Félix si el jugador sigue rindiendo como hasta ahora. Se espera que el portugués se niegue a firmar por otro club que no sea el Barça, que no pasará de los 40 millones de euros. Se avecina, pues, un verano del 2024 muy largo.
Una relación rota
Joao Félix llegó al Atlético de Madrid siendo muy joven, procedente del Benfica, y siempre con la etiqueta de los 127 millones de euros que el club colchonero pagó por él. Joao Félix nunca encajo en el exigente sistema de Simeone, apareciendo en cuentagotas, lo que acabó por hartar al argentino. Después de 3 temporadas sin acabar de explotar, el invierno pasado el Atlético de Madrid tomó una decisión drástica, lo cedió al Chelsea, lo que dio a entender de que Joao Félix nunca volvería a formar parte de la plantilla de los madrileños con Simeone en el banquillo.
Todo saltó por los aires el verano pasado, cuando Joao Félix afirmó públicamente que quería jugar en el Barça. La presión funcionó y en el último día de mercado el Atlético cedió al portugués al club blaugrana. Que Joao Félix esté triunfando en el Barça es un duro golpe para Simeone, que no fue capaz de sacar lo mejor del menino. Solo faltaba que Félix liderara la victoria del Barça contra el cholo.