El Barcelona podría estar a punto de tomar una decisión que marcaría un antes y un después en su planificación deportiva: la venta de Ronald Araujo. El central uruguayo, uno de los pilares defensivos del equipo, ha recibido una oferta en firme de la Juventus, y su salida no es descartada por la directiva azulgrana. Con contrato hasta 2026, su marcha permitiría al club ingresar una cantidad significativa y, sobre todo, dar el paso definitivo hacia el fichaje que Joan Laporta tiene entre ceja y ceja para este mes de enero: Rafael Leao.
La propuesta de la Juventus ha puesto en jaque la continuidad de Araujo en el Camp Nou. El defensor uruguayo, quien llegó al club en 2018 y se ha consolidado como uno de los mejores centrales de LaLiga, está evaluando seriamente la posibilidad de cambiar de aires. Aunque el entrenador Flick valora enormemente su aporte, también entiende que el equipo cuenta con alternativas sólidas en la posición.
Con Pau Cubarsí, Iñigo Martínez, Andreas Christensen y Eric García como opciones en la zaga, el Barça podría afrontar la salida de Araujo sin grandes desequilibrios en su plantilla. Además, los problemas financieros del club hacen que una venta como esta sea una oportunidad que no se puede dejar pasar.
El adiós de Araujo abriría la puerta al gran objetivo de Laporta en este mercado invernal: Rafael Leao. El atacante portugués, estrella del AC Milan, es el jugador que tanto la directiva como el cuerpo técnico consideran necesario para elevar el nivel del equipo en la segunda mitad de la temporada. Su velocidad, habilidad en el uno contra uno y capacidad goleadora lo convierten en un perfil único que podría ser determinante en el esquema ofensivo de Flick.
El fichaje de Leao no será sencillo ni barato. El Milan no está dispuesto a dejar salir a su jugador más importante sin recibir una compensación acorde a su valor, pero los ingresos por la venta de Araujo serían clave para cerrar la operación. Además, el jugador estaría abierto a un cambio de aires y a asumir un nuevo desafío en su carrera.
La posible salida de Araujo es una apuesta de alto riesgo, pero el Barcelona confía en que su defensa pueda mantenerse sólida gracias a la profundidad de plantilla. Al mismo tiempo, la llegada de un jugador como Leao representaría un golpe de efecto que no solo fortalecería al equipo en lo deportivo, sino también en lo mediático y comercial.
Con enero en pleno apogeo, las oficinas del Camp Nou trabajan a contrarreloj para tomar decisiones que podrían cambiar el futuro inmediato del club. Laporta tiene claro que, si hay que sacrificar una pieza clave como Araujo, será por un fichaje que asegure un salto de calidad al equipo.