Un juzgado de lo penal de Barcelona ha condenado al exfutbolista gallego del Celta de Vigo Hugo Mallo a pagar 6.000 euros de multa y 1.000 de indemnización por un delito de abuso sexual al hacer tocamientos en los pechos de una mujer que llevaba la mascota del Espanyol en un partido contra este equipo en el estadio de Cornellà de Llobregat en abril del 2019. Los hechos se produjeron en el saludo inicial de los equipos y cuando el jugador saludó las dos mascotas del Espanyol, un periquito y una periquita, puso las manos por debajo del disfraz de esta última, que retrocedió y apartó al acusado con la mano. La fiscalía pedía 8.640 euros de multa, mientras que la acusación particular pedía 14.400, además de la indemnización de 1.000 euros para la víctima por daños morales. La defensa pidió la absolución. Este viernes, la víctima de Hugo Mallo, Carme Coma, ha querido romper su silencio y hablar abiertamente de los hechos en varias emisoras de radio como Catalunya Ràdio.
Los hechos ocurrieron hace cinco años, pero Coma no ha querido hablar en público hasta que no se ha confirmado la condena al jugador. Según ha explicado la víctima a El Matí de Catalunya Ràdio, su silencio se ha debido al hecho de que, tal como ha dicho, "quería una resolución que saliera de los juzgados y no de los medios de comunicación". Ahora, Carme Coma explica que está bien, que se encuentra en plena gestión "de todos estos imputs e información" y que ha decidido "dar la cara porque creo que es lo que tenía que hacer, no me tengo que esconder más, estoy en una circunstancia mediática y lo quiero aprovechar para intentar ayudar a la sociedad", ha subrayado. La víctima, que ha insistido en que cuando se produjeron los hechos se quedó en choque y sintió mucha vergüenza, asco e indignación, tiene claro que quiere que su denuncia anime a hacer lo mismo con otros casos similares.
Carme Coma pide más educación
La víctima de Hugo Mallo ha pedido que se revisen los códigos de actuación en torno a situaciones como la que le tocó vivir, y considera que eso empieza con la educación de los niños. Cuando menos, Carme Coma ha querido destacar el comportamiento del Espanyol que asegura que en todo momento estuvo a su lado y ha añadido que le proporcionó asistencia legal hasta el día de hoy. Coma, que ha recordado los hechos de 2019, ha explicado que la situación fue muy desagradable y ha querido advertir sobre la lentitud de estos procesos: "Si mi caso ocurrió delante de 20.000 personas y muchas cámaras y me ha costado cinco años que el juez me dé la razón, imaginad que lo mismo pasa en un lugar sin cámaras".
La chica que hacía de mascota del Espanyol, que ha explicado que es un trabajo que combinaba con el de enfermera, ha relatado que explicó qué le había pasado con Mallo a su compañero (que también hacía de mascota) y que aquella misma noche de los hechos escribió un correo electrónico al Celta de Vigo y a su club, el Espanyol, es aquí donde ha insistido en dar las gracias a su club por todo el apoyo, ya que, ha matizado, "siempre creyeron en mí".