Víctor Tomàs es de los pocos deportistas de élite que nunca ha tenido ningún inconveniente en mostrar en público sus opiniones políticas, y este jueves lo ha vuelto a demostrar en criticar a Esquerra Republicana de Catalunya y a Junts per Catalunya por la demora en sus negociaciones para formar gobierno.
Víctor Tomàs pide que ERC y Junts se pongan de acuerdo de una vez
El emblema del Barça de balonmano, que tras 18 temporadas en el primer equipo tuvo que retirarse el año pasado por unas dolencias cardíacas, ha mostrado este miércoles su indignación con los partidos independentistas catalanes, que pese a poder gobernar juntos con una amplia mayoría siguen sin ponerse de acuerdo, lo que podría llevar a Catalunya a unas nuevas elecciones en las que el independentismo podría perder escaños y el impresionante 52% de los votos logrados el pasado mes de febrero.
"Me parece lamentable que a 15 días de una repetición de elecciones se haga un comunicado con un pacto de mínimos y anunciando la voluntad de ponerse de acuerdo", ha escrito Tomás en su cuenta oficial de Twitter. "Qué cinismo. Siento que nos están tomando el pelo a todos los catalanes. Estáis haciendo un ridículo espantoso, ERC y Junts", concluye.
En la misma dirección ya se mostró el miércoles Xavier Sala-i-Martin, con un tuit que dio mucho de que hablar. "Si no queréis derecha, os volvéis a sentar en la mesa de negociación. ¡Dejad de hacer el primo!", afirmó el economista. "La estrategia de 'si no me investís a mí gratis, vendrá el Coco de la derecha' es muy vieja", añadió.
Un comunicado demasiado inconcreto que genera dudas
Las duras palabras de Víctor Tomás hacen referencia al comunicado emitido este miércoles por ERC, Junts per Catalunya y la CUP, tras una reunión convocada por estos últimos con el objetivo de reconstruir puentes y evitar un avance electoral que podría ser muy perjudicial. En el escrito se decía que se había llegado a un compromiso "con tres puntos de mínimos como base para desencallar el inicio de la legislatura".
A pesar de las aparentes buenas intenciones, el documento es muy inconcreto como para que las dos partes se puedan sentir cómodas, lo que genera enormes dudas sobre si se ha alejado o no el fantasma de una repetición electoral con gran parte de la población hastiada.