Los Juegos Olímpicos van mucho más allá de todas las estrellas multimillonarias que se reúnen cada cuatro años para intentar alargar sus leyendas en sus respectivos deportes. Las Olimpiadas son también los sueños y la ilusión de aquellos deportistas que trabajan de forma incansable (e invisibilizada) para convertirse en protagonistas durante dos semanas. Cuatro años de esfuerzo y sacrificio para llegar a una cita donde se lo juegan todo. El trabajo físico y mental que tienen que ejercer estos atletas es brutal, pero muchas veces va más allá del entrenamiento deportivo. Porque muchos de ellos, tienen que compaginar uno o dos trabajos con su deporte, dificultando el óptimo rendimiento.

El sueño olímpico, lejos de ser un camino de rosas para las deportistas

Y en el caso de las mujeres, este fenómeno se ve todavía más agravado. Así lo destaca el informe 'Desigualdades de las deportistas de alta competición en España y medidas para la igualdad efectiva', que ha presentado recientemente el 'Instituto de las Mujeres'. Este estudio señala tanto la cultura patriarcal del deporte, que provoca un mayor abandono de las deportistas mujeres en edad adolescente, y la desregulación del mercado profesional del deporte femenino. Un cóctel de factores que genera que la situación para las deportistas, sobre todo de deportes minoritarios, sea todavía más complicada.

Maggie Steffens defiende durante los Juegos Olímpicos de París / Foto: EFE

"Muchas de mis compañeras de equipo no son solo campeonas, sino también profesoras, propietarias de negocios, entrenadoras, asistentes médicas y otras profesiones. ¡Es posible que algunos no lo sepan, pero la mayoría de los atletas olímpicos necesitan una segunda (o tercera) trabajo para poder perseguir su sueño (incluida yo misma!) y la mayoría de los equipos dependen de patrocinadores para viajes, alojamiento, apoyo nutricional, alquiler/alojamiento y simplemente, para permitir el lujo de vivir en esta etapa", explicó Maggie Steffens, una de las mejores jugadoras del equipo USA de waterpolo, unos meses antes del inicio de los Juegos Olímpicos.

Los Juegos Olímpicos, una oportunidad única con un gran desgaste mental

El desgaste de vivir en estas situaciones puede ser mucho dura para todos los deportistas. Ahora bien, los Juegos Olímpicos se pueden convertir también en una oportunidad única para darse a conocer y emprender una etapa donde poder focalizarse más en su deporte. Eso sí, el Comité Olímpico Internacional no da ningún premio para los medallistas. Por lo tanto, queda en manos del Comité de cada país dar recompensas a sus deportistas.

En el caso de España, los premios son los siguientes:

Oro:

  • Pruebas individuales: 94.000 euros.
  • Deportes en pareja: 75.000 en cada uno.
  • Deportes colectivos: 50.000 euros por atleta.

Plata:

  • Pruebas individuales: 48.000 euros.
  • Deportes en pareja: 37.000 euros en cada uno.
  • Deportes colectivos: 29.000 euros por atleta.

Bronce:

  • Pruebas individuales: 30.000 euros.
  • Deportes en pareja: 25.000 euros en cada uno.
  • Deportes colectivos: 18.000 euros por atleta.

Además, en el caso de España también hay que destacar las becas ADO, ayuda económica que se ofrece desde la Asociación de Deportes Olímpicos para que aquellos deportistas más destacados del país puedan continuar con el ejercicio de su actividad deportiva durante el ciclo olímpico. Y si un deportista alcanza una medalla olímpica, se le garantizará esta ayuda durante dos años. Un paso para regular una situación que sigue afectando a las mujeres deportistas, principalmente.