Después de un inicio idílico en el París Saint-Germain, a Leo Messi le ha surgido el primer problema grave desde su aterrizaje al Parque de los Príncipes. Y es que el astro argentino, sin quererlo ni beberlo, se ha visto inmerso en el caso Kylian Mbappé, la gran polémica que sacude en estos momentos al PSG, y que tiene toda la pinta de ser un culebrón que va para largo.
Mbappé pensaba que el plan de Florentino Pérez para sacarlo de París este mismo verano triunfaría, pero el fracaso, estrepitoso, le ha metido en un lío de difícil solución.
La afición del PSG, contra Mbappé
Tras intentar salir del PSG en dirección al Real Madrid hasta el último segundo de mercado, Kylian Mbappé fue pitado por su propia afición en el partido del último fin de semana, contra el Clermont, un duelo que, además, se perdieron Messi y Neymar por haber jugador partidos internacionales en Sudamérica. Mbappé, ya molesto antes del partido por ver como sus 2 compañeros de delantera se borraban, entró en cólera al ver como la afición francesa le pitaba, y más después de rendir a un gran nivel y de marcar un gol.
Según apunta Ok Diario, Mbappé cree que toda la campaña en su contra está liderada por la propiedad del París Saint-Germain, que ha logrado ponerle en contra a la afición, la estrategia elegida para lograr que Mbappé se acabe hartando y firme la renovación para, de este modo, ganarse de nuevo el cariño del público. En el caso de lograr la firma, el PSG ya podría forzar a Florentino Pérez a poner una suculenta cifra encima de la mesa o incluso volverse a negar a vender al delantero.
Messi no mueve un dedo por Mbappé
Por otro lado, desde el vestuario del PSG aseguran, tal y como recogen en Francia, que la relación entre Messi y Mbappé sigue siendo fría y distante. Más allá de Di Maria, Paredes, Neymar y Verratti, el argentino aún no ha tenido tiempo de ganarse la confianza de sus nuevos compañeros y hay quienes consideran que Messi debería mover hilos para conseguir calmar las aguas en lo que refiere al problema con Mbappé, pues este es un tema que puede acabar afectando a todo el equipo.
Mbappé, de hecho, se sintió maltratado tras el partido de Reims, en el que su enorme actuación fue ninguneada por todos, que le dieron más valor al hecho de que Messi debutara con el PSG, y sin aportar nada al juego, que a sus 2 vitales goles. Y es que mientras Messi era aplaudido y vitoreado por su afición y por la del equipo rival, Mbappé tenía que ver como los seguidores de su propio equipo le pitaban y abucheaban. A Messi, pues, le ha surgido un grave problema en París. Y Mbappé seguirá siendo jugador del PSG, como mínimo, hasta el 30 de junio. El culebrón sigue su curso.