El juez Santiago Pedraz ha impuesto una fianza de 300.000 euros al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar, de 150.000 a su hijo Gorka, y de 300.000 al vicepresidente de la Federación Juan Antonio Padrón para poder salir de prisión, donde ingresaron el pasado 20 de julio.
El magistrado de la Audiencia Nacional ha adoptado esta decisión en un auto al considerar que no hay riesgo de fuga de ninguno de los tres al haberse practicado ya las diligencias consideradas urgentes en esta causa, abierta a raíz de la detención de todos ellos en la 'Operación Soule'.
Una vez hayan abonado la fianza y queden en libertad, Villar, su hijo y Padrón tendrán la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado más próximo a su domicilio, deberán entregar el pasaporte y facilitar además un teléfono móvil donde puedan estar localizados si son requeridos en cualquier momento para ponerse a disposición del juzgado.
Pedraz considera que si bien de lo investigado se desprende que siguen "existiendo motivos para estimar responsables criminalmente", de los delitos imputados a los tres "resulta oportuno modificar la situación personal".
Todo ello teniendo en cuenta que ya "difícilmente podrían obstaculizar la instrucción", "dadas las diligencias practicadas (volcados y depósito y custodia de la documentación requerida e intervenida para su análisis, declaraciones testificales y de investigados) junto a las medidas cautelares decretadas respecto a los citados investigados (embargos, bloqueos de cuentas)".
El peligro de fuga se desvanece también, según el auto, al imponerles junto al pago de las fianzas las citadas medidas cautelares de control. En el auto de prisión, el juez cuantifica en 51,7 millones de euros el perjuicio al patrimonio de la RFEF, la resolución de los contratos entre este organismo y el Grupo Santa Mónica (GSM).
A raíz de este escándalo, Villar fue suspendido cautelarmente el pasado día 25 por el Consejo Superior de Deportes (CSD) como presidente de la Real Federación Española de Fútbol por un año, y dos días después él mismo presentó desde prisión su dimisión como vicepresidente y miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA.
Pedraz decretó la prisión de Villar, su hijo y Padrón a petición de la Fiscalía Anticorrupción ante la gravedad de los cinco delitos que se les atribuyen: administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares.