El Villarreal hurga en la herida del Barça y le deja la Liga prácticamente imposible tras un partido loco (3-5). A pesar de verse perdiendo 0-2 y remontar, el conjunto blaugrana ha acabado encajando una durísima manita para acabar cayendo en el estreno en Montjuïc de este 2024.
Un fuera de juego salva al Barça en la primera, no en la segunda
La vuelta del FC Barcelona a Montjuïc era necesaria para un equipo que necesitaba como nunca sentir el aliento de los suyos. En este sentido, en los aires del juego del conjunto culé se ha notado, que sobre todo, se ha aferrado al talento individual de Lamine Yamal durante los primeros instantes para tratar de romper el empate inicial. El Villarreal, mientras tanto, se armaba en un 4-4-2 muy corto en defensa, tratando de cortocircuitar el flujo de fútbol blaugrana por dentro y, de hecho, consiguiéndolo.
Los locales no estaban consiguiendo crear superioridades ni por dentro ni por fuera y, por lo tanto, estaba haciéndose muy difícil asociarse. Los buenos movimientos de Lewandowski y Gündogan no recibían correspondencia, mientras que futbolistas como Pedri y Fermín se lo miraban desde el banquillo. En frente, un Villarreal que se sabía peligroso al contragolpe.
Con todo, el conjunto 'groguet' golpearía por partida de doble fuera de este contexto. En ambas ocasiones sería Gerard Moreno. En la primera, un fuera de juego posicional de Alexander Sørloth salvaría a los blaugrana, pero en la segunda, el noruego serviría en el punto de penalti al delantero catalán para que este, con un golpeo seco, pusiera el balón imposible para Iñaki Peña.
El jarro de agua fría de Ilias despierta al Barça
La segunda parte ha empezado con un intento de reivindicación por parte de Xavi Hernández, pero no ha podido salirle peor la jugada al técnico de Terrassa. João Cancelo, una de las modificaciones, ha cometido un error burdo siendo el último hombre, propiciando el uno contra uno para Ilias Akhomach y el consiguiente 0-2 del exblaugrana.
Si la montaña a remontar ya parecía alta, Ilias le ha duplicado la altura. Sea como sea, la reacción culé ha sido inmediata, ya que Ilkay Gündoğan ha cazado una pelota muerta dentro del área para recortar distancias y encender un Montjuïc que presentaba este sábado la segunda mejor entrada de la temporada.
El interino feudo blaugrana, desde el 1-2, ha empezado a vibrar como nunca. Primeramente, para apoyar al equipo y como síntoma de rebeldía. Con el empate de Pedri, como síntoma de esperanza, pero es que con el 3-2 de Ronald Araujo, se ha acabado de servir la fiesta. El Villarreal, hasta verse por debajo de nuevo en el marcador, no las ha visto venir.
Marcelino ha hecho las modificaciones que consideraba necesarias para darle la forma de bloque sólido a su equipo, pero con 3-2 abajo, el conjunto castellonense parecía haberse quedado sin argumentos para reaccionar. Con todo, el técnico asturiano todavía tenía una bala en la recámara: Gonçalo Guedes. El portugués, que acaba de llegar en forma de cesión desde el Benfica, aprovecharía un contragolpe para establecer el 3-3 y una devastadora cifra de 44 goles encajados del Barça durante la presente temporada. Dicho de otra manera, los mismos que durante todo el curso pasado.
Un Barça volcado al ataque se expone al despropósito
Con el 3-3, el Barça se ha volcado al ataque de nuevo para tratar de obrar, la segunda remontada del partido. No obstante, esta vez no ha sido mediante un contragolpe, sino después de una nefasta salida de balón culé que, entre Kounde y Sørloth, han hecho el 3-4. Y con el partido ya completamente loco, y el Barça de nuevo con solo ojos para el ataque, José Luís Morales ha acabado de hurgar en la herida de los de Xavi para establecer una durísima manita en el 3-5 definitivo.