Ya lo adelantamos en ElNacional durante el mes de noviembre. Ousmane Dembélé ha escogido el Paris Saint-Germain. El futbolista de Vernon ha estado jugando a con el Barça y con Xavi Hernández. Él ya sabía a la perfección que Joan Laporta no aceptaría pagarle 20 millones de euros más por temporada y bonificar a su agente con 20 millones más. Ya tenía en mente hacer las maletas y, también, tenía en la cabeza el destino.
Y este destino es el más odiado por el barcelonismo. Primero Neymar quiso irse hacia París, después se vio obligado a hacerlo Leo Messi, y finalmente, Dembélé claudica la saga con su traición. Con todo, el francés seguirá en el Camp Nou hasta el mes de junio. Nasser Al-Khelaifi le ha pedido que agote su contrato que lo vincula con el Barça con el fin de llegar al Parque de los Príncipes cuando Kylian Mbappé lo abandone. No tendría mucho sentido firmar por el PSG en el mercado de invierno, ya que no tendría lugar con su compatriota todavía presente. Pero cuando Mbappé fiche por el Real Madrid, Dembélé firmará su nuevo contrato con el PSG.
Xavi Hernández pretende aprovecharlo
A pesar de haber acordado su salida del club para el mes de junio, Dembélé todavía no es agua pasada. Xavi Hernández, fiel a sus palabras al llegar al club, hará jugar a todos los jugadores que tengan contrato con el Barça. Al fin y al cabo, el extremo de 24 años es uno de los mejores activos de la plantilla y el técnico de Terrassa pretende explotarlo hasta el último partido.
En este sentido, Dembélé ha entrado en la convocatoria para jugar contra el Atlético de Madrid, y en la rueda de prensa previa al partido, Xavi se ha referido directamente a su caso y ha pedido que no se le silbe: "Sé que puede haber aficionados dolidos, pero es momento de ir todos a una. Hay que recordar que a partir de hoy ya puede haber un aforo del 100% en el estadio".
Dembélé no es un fichaje peligroso para Leo Messi
Ousmane Dembélé ya sabe qué es jugar con Leo Messi. El PSG hará cualquier cosa para contentar al astro argentino y fichar a un excompañero de equipo significa allanar el camino de la felicidad a Messi. Además, Dembélé tendrá, a priori, menos peso en el juego parisino que Mbappé, lo cual hará que Leo Messi sea todavía más el centro de la galaxia del PSG.
Ya hubo episodios con Mbappé de por medio que no gustaron al de Rosario. Él considera que tiene que ser el número 1 y que nadie tiene que poner en duda esta condición. Los que han jugado con él, Neymar, Dembélé y los argentinos Ángel Di Maria y Leandro Paredes, saben que esta premisa es innegociable. Todo cuadra en los despachos del conjunto parisino, mientras que en los del Barça, se respira una sensación de decepción que hace recordar a otras operaciones del pasado con destinatario Al-Khelaifi.