Jonas Vingegaard ha dado un golpe muy fuerte en la mesa y se ha llevado la etapa 11 del Tour de Francia 2024. Una vez más, hemos podido disfrutar de un espectáculo de primer nivel en un día en el que se esperaba un primer tanteo entre los favoritos antes de la alta montaña y ha terminado siendo una batalla llena de emociones. El holandés ha protagonizado una remontada épica delante de un Tadej Pogačar que parecía intratable y ha conseguido vencerlo en un sprint a dos. El esloveno mantiene su ventaja sobre Vingegaard en la clasificación y ha aumentado la renta con los otros rivales, pero el golpe moral que ha recibido puede significar el inicio de las dudas. Si la carrera ya estaba siendo igualada hasta ahora, lo que nos espera a partir de hoy será de infarto.

Después de una etapa sin mucho a comentar para empezar la segunda semana, los ciclistas salían de Évaux-les-Bains para afrontar la undécima etapa de esta edición. 211 kilómetros sin muchas complicaciones en un inicio, pero con un final que prometía mucho: 4 puertos encadenados en los últimos 45 km y un sprint en bajada en un terreno peligroso. Si alguno de los grandes candidatos tenía ganas de mover la carrera, el día de hoy parecía propicio. Y, como ya nos tiene habituados, el más valiente ha sido el maillot amarillo, Tadej Pogačar, que ha puesto a su equipo a tirar con un ritmo infernal desde el primer kilómetro.

Pogačar ataca y se marcha en solitario / Foto: EFE

Pogačar ataca y deja atrás a sus rivales

Quien también tenía una oportunidad de oro hoy era la escapada. 9 ciclistas han buscado sorprender en el inicio de la jornada, entre ellos, Ben Healy y Oier Lazkano, que ya han sido protagonistas en otras etapas. Pero el líder tenía claro que hoy era su día y su equipo, el UAE, se ha asegurado que la victoria estuviera entre los más fuertes del pelotón. En ningún momento los han dejado marcharse mucho, y en el primero de los 4 ascensos finales ya los han atrapado, a pesar de los intentos de Healy y Lazkano para seguir adelante. Han coronado el Col de Néronne con un grupo ya muy reducido, y el UAE, que parecía tener la carrera controlada, ha empezado a mostrar los primeros síntomas de debilidad.

El Puy Mary Pas de Peyrol, la subida de más entidad del día, ha dinamitado la carrera. A menos de un kilómetro de la cima, Tadej Pogačar se ha cansado de esperar y ha lanzado un ataque poderosísimo que nadie ha sido capaz de seguir. Roglič, Evenepoel y Vingegaard se han quedado mirando como el líder empezaba a sacar tiempo y se marchaba en solitario hacia la victoria de etapa y, prácticamente, del Tour. El esloveno volvía a ser el ciclista más fuerte y más explosivo. Sin embargo, poco a poco y antes de coronar, Jonas Vingegaard ha empezado a recortar segundos sin hacer ningún cambio de ritmo. Evenepoel, que parecía sufrir más que sus rivales, también ha conseguido recuperar sensaciones. Al final del descenso, Pogačar tenía 35 segundos de margen sobre un grupo donde ya solo quedaban sus tres grandes amenazas. 20 km por delante y dos subidas más, cortas pero explosivas. Y aquí ha empezado lo que nadie se esperaba.

La remontada de Vingegaard

El ascenso al Col de Pertus ha sido una pesadilla para el líder de la general, que ha visto cómo Vingegaard imponía su ley por detrás. Manteniendo su ritmo, el holandés ha descolgado a Roglič i Evenepoel y se acercaba a una velocidad de miedo. Todavía con 16 segundos de margen, sin embargo, Pogačar ha mostrado signos de debilidad por primera vez, mirando atrás y perdiendo, momentáneamente, la concentración. La fortaleza a la cual nos tiene acostumbrados parecía deshacerse por momentos, y las piernas del esloveno no respondían como él quería. Antes de la cima, Vingegaard ya lo había atrapado. Los otros dos, a 40 segundos. Los cuatro han mantenido un ritmo constante en los últimos 5 km, sin ataques ni pérdidas de tiempo, esperando el último descenso hacia la meta.

Dentro del último kilómetro, desastre para Roglič. Caída y pérdida de tiempo que le podía complicar el podio. Pero dirección de carrera, en una decisión muy polémica, le ha concedido el mismo tiempo que a Evenepoel, un movimiento que no ha gustado nada al equipo del belga y que no se entiende mucho. Por delante, también se ha visto lo impensable. Vingegaard ha ganado, por primera vez, un sprint a dos con Pogačar y se ha llevado la etapa y los segundos de bonificación para ajustar un poco más la general. No ha habido muchas diferencias, pero la jornada de hoy ha abierto un nuevo capítulo dentro de este Tour que está siendo una montaña rusa de emociones. El holandés estaba visiblemente emocionado después de la victoria, y es que hace cosa de un mes no sabía si podría participar en la carrera. Hoy ha demostrado que no solo podrá acabarla, sino que tiene muchos argumentos para conseguir su tercer Tour consecutivo. Pogačar se ha llevado dos golpes morales muy fuertes al verse incapaz de mantener la ventaja que tenía y, después, perder el duelo contra su gran rival en la línea de meta. Veremos cómo llegan las piernas y la cabeza a la alta montaña: el sábado, Tourmalet, Hourquette d'Ancizan y final en alto en Saint-Lary-Soulan.