Carlo Ancelotti ya ha dejado caer que está trabajando en un nuevo sistema para el Real Madrid. El argumento principal es la salida de Karim Benzema, pero lo cierto es que la gran preocupación del entrenador italiano es la llegada de Kylian Mbappé. Y es que el astro francés quiere jugar por la banda izquierda, la posición en la que se encuentra más cómodo, la misma en la que Vinícius es inamovible.

Si Ancelotti sigue jugando con el habitual 4-3-3, Mbappé y Vinícius no encajan, ya que el francés ya mostró su enfado en el PSG cuando Mauricio Pochettino intentó situarlo en la punta del ataque. Él se encuentra cómodo en la izquierda, haciendo diagonales, no en la posición de 9, batallando con los dos centrales del equipo rival. Mbappé se negó a jugar por el centro, por lo que habrá un grave problema si repite la petición en el Real Madrid.

Kylian Mbappé, en un partido del PSG / Foto: Europa Press

Del 4-3-3 al 4-4-2 por Bellingham... y Mbappé

Por otro lado, en el 4-3-3 tampoco acaba de encajar Jude Bellingham, un centrocampista mayúsculo, pero que pierde la posición para pisar área. A Ancelotti, pues, no le ha quedado más remedio que sacar el borrador para cambiar la pizarra. De momento, Rodrygo va a ocupar la posición de Mbappé, ya que el brasileño también es un delantero que se ha tenido que acostumbrar a no jugar en el extremo izquierdo.

El plan de Ancelotti pasa por emplear un 4-4-2 en rombo. El pivote pasará a ser para Camavinga o Tchouaméni, mientras que en los interiores se irán alternando Modric, Kroos y Fede Valverde, además de Camavinga cuando no sea el pivote. Bellingham, por su parte, será el mediapunta, con Brahim como suplente. Y en la punta del ataque estarán Vinícius y Mbappé, con movilidad e intercambio de la posición. Joselu sería el delantero suplente clásico, mientras que Rodrygo sería el sustituto de Vinícius, el revulsivo.

Jude Bellingham y Florentino Pérez, en la presentación del jugador / Foto: Real Madrid

El juego interior de Vinícius

Ancelotti espera que las piezas encajen, para lo que necesita que Vinícius mejore en su juego interior, ya que en estos momentos es un extremo sublime, pero que sufre cuando debe jugar por dentro. El brasileño ha mejorado considerablemente su capacidad goleadora y Ancelotti cree que todavía puede lograr más tantos si se acerca al área. 

Mbappé, por su parte, deberá aportar los goles que hasta ahora marcaba Benzema, algo que en el Madrid se da por hecho, ya que al olfato innato de Mbappé se unirá que jugadores como Modric, Bellingham y el mismo Vinícius le estarán nutriendo de balones. Ancelotti se frota las manos.