Vinicius Junior ha vivido las dos caras del fútbol en cuestión de unos pocos días. Todo era euforia en el Real Madrid después de humillar al Barça en la final de la Supercopa de España, con un ‘hat trick’ y una actuación estelar del ex del Flamengo. Pero pocos días más tarde, acabó el derbi contra el Atlético de Madrid siendo señalado como uno de los responsables por la eliminación en la Copa del Rey. Porque completó un partido realmente discreto.
No aportó nada, y se le vio de nuevo perdido, y únicamente centrado en las polémicas con la grada y con los rivales. Aunque había prometido que mejoraría en este apartado, Carlo Ancelotti se volvió a desesperar con la actitud del ‘7’, que sigue siendo muy propenso a desconcentrarse, y a generar conflictos. Una cosa que le hace no poder explotar todo su talento, y pasa de convertirse en uno de los mejores delanteros del planeta, a ser un problema grave.
Parece que Diego Pablo Simeone ha encontrado la manera de poder parar al internacional brasileño, que siempre desaparece en el Civitas Metropolitano. Y de sus botas nació el gol decisivo de Antoine Griezmann, pues perdió una pelota en una zona muy peligrosa, que los rojiblancos no desaprovecharon. El campeón del Mundial de Rusia cogió el balón, y fue avanzando metros hasta llegar a la portería de Andriy Lunin, al cual no perdonó.
‘Carletto’ acabó muy enfadado con ‘Vini’ por cometer este tipo de errores en partidos tan importantes, y que se resuelven siempre con pequeños detalles como este. El entrenador italiano era el primero que esperaba ver un cambio de actitud con efecto inmediato por parte del extremo de 23 años, pero quedó decepcionado. Y sus compañeros también, pues empiezan a estar cansados de que siempre genere un clima de conflicto y de tensión en cada choque.
Si no mejora su comportamiento, en el Santiago Bernabéu se tendrán que acostumbrar a acabar muchos partidos en inferioridad numérica. Ahora mismo, no es ni la estrella ni la referencia del equipo.
Jude Bellingham, el ejemplo a seguir por Vinicius
Florentino Pérez insiste en colocar a Jude Bellingham como el ejemplo que Vinicius debería de seguir. Aunque acabe de llegar a España, y aún tenga problemas con el idioma, es respetado por todos debido a su madurez y a su personalidad, sin entrar en provocaciones, y respondiendo sobre el terreno de juego.
El Madrid sí que está muy contento con el inglés, que cuesta creer que tan solo tenga 20 años.