Vinícius Junior se ha convertido en uno de los grandes dolores de cabeza para el Real Madrid, ya que no está siendo el jugador que esperaban. Cuando más lo necesitan, ahora que debe de ser la referencia ofensiva después de que Karim Benzema se marchara el pasado mes de junio, no ha aparecido ni ha ayudado al equipo con sus actuaciones. Se ha mostrado muy lejos de su mejor versión, y ha decepcionado por completo con sus actuaciones.
Ahora mismo, se le ve más pendiente de las discusiones con los jugadores rivales y con la grada que de su rendimiento sobre el terreno de juego, y las estadísticas hablan por sí solas. Es cierto que estuvo varias semanas de baja por culpa de una lesión muscular, pero aún y así en los nueve partidos que ha disputado hasta el momento solamente ha sido capaz de ver portería en un par de ocasiones, además de haber repartido un pase de gol.
Unas cifras muy pobres para un futbolista que es imprescindible en los esquemas de Carlo Ancelotti, y que es considerado como uno de los mejores del planeta en su demarcación, y debe de ser un aspirante al Balón de Oro. No se puede ni comparar con la aportación que ha tenido Jude Bellingham, e incluso con la de Joselu Mato, que pese a ser suplente, sí que ha sido capaz de marcar las diferencias, como reflejan los cinco goles y las dos asistencias que acumula.
Florentino Pérez espera que ‘Vini’ vuelva a ser ese crack capaz de marcar las diferencias en todos los choques, y que por fin se centre en lo que de verdad importa, que es el fútbol, y no las polémicas extradeportivas. En el Santiago Bernabéu no pueden permitirse el lujo de tener a una pieza de su nivel sin estar al 100%, y que ahora mismo es uno de los mejores pagados del vestuario, después de su reciente renovación, hace solamente unos pocos días.
Ancelotti tiene que encontrar una solución al problema que plantea el extremo de 23 años, que no ha demostrado ser el líder que en el Madrid necesitan.
Vinicius y la maldición del ‘7’
Desde que heredó el dorsal ‘7’, Vinicius ha caído en la maldición que también lastró a Mariano Díaz y a Eden Hazard, que no fueron capaces de soportar la presión de tener en la espalda el número más importante en la historia de la entidad, que en su momento fue para leyendas como Cristiano Ronaldo o Raúl González Blanco.