Los últimos resultados del Real Madrid están bajo lupa después de que el equipo que dirige Carlo Ancelotti haya encadenado tres partidos consecutivos sin conocer la victoria. Primeramente, cedió terreno en la Liga Santander empatando en el derbi madrileño (1-1); en segundo lugar, chocó con la excelente defensa que el Barça lució en el Santiago Bernabéu para perder el primer envite de las semifinales de Copa del Rey (0-1); y por último, esta vez fuera de casa, volvió a dejar escapar puntos en el campeonato de la regularidad en un empate sin goles en el campo del Betis.
Sea como sea, y aunque la falta de oportunidades de gol ha sido la tónica dominante durante los duelos mencionados, hay otro factor que empieza a convertirse en un hecho usual en los partidos del equipo blanco. Este es la cruz de la moneda de Vinícius Júnior. Hasta el momento, y aunque esta versión ya se le conocía, el Real Madrid había sacado provecho de su parte buena, pero en los últimos partidos está quedando retratado por sus debilidades.
La corta mecha de Vinícius está jugándole malas pasadas
Las cualidades individuales del extremo brasileño son innegables. De hecho, su técnico lo considera el jugador "más determinante" del mundo porque no cesa en sus intentos de buscar el uno contra uno con sus rivales. No obstante, el juego de 'Vini', que se trata de buscar las cosquillas a sus defensores de manera constante, se ha acabado convertido en el juego que lo condena a él y al Real Madrid partido tras partido.
El equipo necesita dar continuidad al vértigo que el propio 'Vini', Benzema o Rodrygo imprimen al juego, pero lo único que encuentra es un jugador que, evitando el debate de si es provocador o no, está en todas las polémicas. En Son Moix contra el Mallorca (1-0) o en El Sadar, Osasuna lo consiguió sacar de quicio. El Betis consiguió también desactivarlo gracias a los insultos de la afición y a la omnipresencia de un Ruibal que no le dejó ni medio metro durante la integridad del duelo.
Sea como sea, la peor preocupación del Real Madrid es el Clásico. Entre los meses de marzo y abril, el calendario proporciona tres enfrentamientos entre culés y merengues y, hasta el momento, los blaugrana se han adjudicado ya dos victorias. Con todo, el gran problema es que el Barça tiene en sus filas al mejor anti-Vinícius: un Ronald Araujo prácticamente insuperable.
Florentino Pérez propone una alternativa
Florentino teme que, como en general pasa, si pone sobre la mesa las mismas cartas, volver a perder el juego. Por esta razón, y según publica el portal web donbalon.com, el máximo mandatario merengue habría sugerido jugar con Rodrygo, no necesariamente en el Clásico, sino en algunas citas, dejando a Vinícius en el banquillo.