Tamás Nikitscher no ha tenido un debut soñado en Pucela con el Real Valladolid. El centrocampista húngaro, que ha aterrizado al club vallisoletano en este mercado de invierno, procedente del Kecskeméti TE a cambio de 1 millón de euros, debutó con el Valladolid con una dura derrota, 0-4 contra el Sevilla, lo que acerca a los blanquivioletas al descenso.

Después del partido, Nikitscher quiso dar la cara en las redes sociales con un mensaje, presuntamente escrito por él, que se le acabaría girando en contra. "No fue el debut soñado en nuestra casa y ante nuestra gente, solo pedir perdón y prometo que seguiremos trabajando", escribió el centrocampista húngaro... o alguien haciéndose pasar por él.

Nikitscher, o un suplantador, cae en la trampa

La cuenta de Tamás Nikitscher tuvo algunas respuestas a su mensaje, de todo tipo, sin olvidar que el equipo acaba de encajar una dura derrota, hasta que un seguidor le lanzó una trampa, una "broma". "Tamás, en Valladolid, cuando perdemos, decimos 'Viva Franco'". Y desde la cuenta del jugador se picó el anzuelo. "Viva Franco", y con un corazón violeta. 

Como era de esperar, el mensaje no tardó en viralizarse por las redes sociales, hasta que Nikitscher, o la persona que controla su cuenta de X, borró el mensaje. La bola de nieve, sin embargo, ya estaba formada, con mensajes de enfado por la apología a Franco, así como también memes de todo tipo. La cuenta de Nikitscher desapareció y apareció, como una cuenta de fans.

Mensaje de disculpa... de un grupo de fans

Horas después, sin embargo, desde la misma cuenta se emitió un comunicado afirmando que el polémico mensaje no fue escrito por Nikitscher, sino por unos fans suyos. "Somos una cuenta fan manejada por tres amigos la cual ayer sufrió una broma por parte de hinchas del Real Valladolid. Pedir perdón a quien pudo molestar, dejar con claridad que no somos el futbolista de Hungría Tamas Nikitscher".

Sin quererlo ni beberlo, pues, Nikitscher se ha visto envuelto en una polémica nada más aterrizar en un Valladolid que está en plena crisis, hundido en la clasificación y con la afición muy molesta. El debate sobre si el mensaje lo escribió o no Nikitscher está sobre la mesa, uno más en un club en plena ebullición. Y es que el descenso parece cada vez más inevitable.