Nervios, emoción y mucha adrenalina. Saltar con paracaídas se ha convertido en una de las actividades preferidas de los amantes de los deportes de riesgo y no sólo se trata de ocio sino que se organizan competiciones profesionales con diferentes disciplinas. Hay miles de sitios por todas partes que dan la posibilidad de probar esta experiencia, pero sin duda, uno de los mejores es Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.
Vista de pájaro en Dubái
Junto con Los Ángeles (Estados Unidos), la ciudad de la península Arábiga es considerada como uno de los mejores sitios para el SkyDive. Ver la isla de la palmera, la Marina y todos los impresionantes rascacielos desde una vista de pájaro es sencillamente espectacular y 100% recomendable.
Gente de todo el mundo se desplaza hasta Dubái para realizar esta actividad y la valoración, para alguien que lo hacía por primera vez, no podía ser mejor. El trato de los trabajadores de allí es muy próximo, las instalaciones son modernas y desde el primer momento se pueden captar las emociones de los participantes.
Antes de saltar, te dan toda la información que hay que seguir y te lo explican detalladamente. Después, cada uno tiene un instructor y tuve la suerte de encontrarme con un catalán. Sí, David, de Rubí. Me explica que hace un mes y medio que está en Dubái y que soy el segundo catalán que salta con él. Hay que decir que las primeras veces tienes que saltar siempre con un instructor y cuando ya tienes una cierta experiencia se puede individualmente.
Junto con el instructor, te acompaña un cámara para inmortalizar un momento único. El británico Jackson, que tiene un estilo de estrella de rock, me hace unas cuantas preguntas y enseguida subimos a la avioneta. Ascendemos hasta 4.000 metros y llega la hora de la verdad.
David, que va enganchado a mí, me da las últimas indicaciones y pam. Silencio absoluto en el momento de saltar hasta que empezamos a bajar a una velocidad de 200km/h. Durante todo un minuto, ha caído libre y después se abre el paracaídas y se puede disfrutar de unas vistas excepcionales de Dubái desde una perspectiva privilegiada.
Al llegar a tierra, la sensación es increíble, de incredulidad y minutos después estás cansado como si te hubiera pasado un camión por encima. ¿El precio de esta experiencia? Te tendrás que rascar el bolsillo y es que tiene un coste de unos 500 euros.