Victor Wembanyama, estrella de los San Antonio Spurs y también un referente de la NBA, no jugará más lo que queda de temporada. Al pívot francés le han detectado una "trombosis venosa profunda", que la tiene situada en el hombro derecho. Una lesión muy extraña localizada en la parte alta del brazo.
La detección de la trombosis de Wembanyama
Los Spurs han indicado que la trombosis venosa fue detectada después del retorno de Wembanyama del All-Star, que se disputó el fin de semana pasado en San Francisco. Tal como informa ESPN, la franquicia texana cree que se trata de un "problema aislado" para Wembanyama, jugador que fue elegido en el número 1 del Draft de 2023, además de ser rookie del año de la NBA en 2024 y que ha sido llamado a su primer All-Star.
El pívot francés, el favorito para conseguir el premio de defensor del año al final de la temporada regular, se perderá lo que queda de temporada y tendrá que ver los partidos de su equipo desde la distancia. Y con esta baja los Spurs prácticamente se despiden de sus opciones de play-off, ya que actualmente suman 23 victorias y 29 derrotas y son duodécimos en la Conferencia Oeste.
Los pasos a seguir de Wembanyama
"Podría haberse trasladado al pulmón y haberlo matado. Estoy realmente impresionado que los médicos de los Spurs lo hayan encontrado en solo entre 24 y 48 horas", asegura el doctor Brian Sutterer en Yahoo. Y el especialista en medicina deportiva Hythem Shadid añade que "solo un 10% de estos contratiempos se registran en esta zona del cuerpo".
La explicación que sería la más probable es que fuera por un trauma, es decir, un golpe, o algún tipo de problema metabólico. Y el tratamiento tiene que ser rápido, según apunta Shadid, exmiembro de la selección de fútbol de Estados Unidos y de equipos universitarios: "Lo primer es conseguir un anticoagulante para estar seguros de que el coágulo no se mueva. No hay garantía de que no llegue a los pulmones, y si lo hace puede tener complicaciones serias". Y aunque se pierda esta temporada, no está garantizado que vuelva a competir a principios de la próxima.
Aunque este tipo de problemas sea muy raro, Wembanyama no es el primer jugador de la NBA en afrontarlo. Chris Bosh, doble campeón con los Miami Heat, acabó retirándose de la NBA en 2017 después de sufrir por unos coágulos en 2015 y en 2016. Brandon Ingram, ahora jugador de los Toronto Raptors, se perdió 19 partidos la temporada 2018/19 por un problema similar. Y más cerca de nuestra casa, a Pete Mickeal, leyenda del Barça, se le diagnosticó un tromboembolismo pulmonar en 2011 y un segundo en 2013.