El Barça vive un momento crítico a nivel deportivo. Pese a las dos victorias consecutivas que consiguió sumar en Liga, contra Osasuna en casa y contra el Alavés a domicilio, que le dieron algo de aire al equipo de Xavi Hernández, el conjunto blaugrana volvió a dejar una imagen preocupante contra el Granada el pasado domingo, con un empate inesperado que volvió a encender todas las alarmas en la secretaría técnica culé. Tanto es así que en los instantes posteriores al pitido final, existió un clima de mucha tensión en Montjuïc, con Joan Laporta muy enfadado y existiendo la posibilidad de ver a Xavi fuera del Barça de forma prematura.
Nápoles, una prueba de fuego para el Barça
Ahora bien, finalmente, la cúpula del Barça acabó decantándose por seguir confiando en Xavi Hernández hasta final de temporada, tal como estaba previsto. Por lo tanto, el técnico egarense será el encargado de dirigir al equipo en Nápoles el próximo 21 de diciembre, en el primer duelo correspondiente a la eliminatoria de octavos de final de la Champions League. Un partido que será absolutamente trascendental para el futuro más inmediato del club blaugrana, que necesita acceder a cuartos de forma imperiosa.
Y es que el Barça encaró la presente temporada presupuestando que llegarían a esta ronda en la máxima competición europea. Y si no se consigue este objetivo, las consecuencias a nivel económico podrían ser muy graves. Joan Laporta aseguró en una entrevista concedida a RAC1 que obtener este resultado en Champions le permitiría al club barcelonés volver a la normalidad económica, pudiendo fichar a futbolistas sin tener que sufrir para inscribirlos en la Liga, tal y como ha sucedido en los últimos mercados de traspasos.
La Champions League, la única baza que le queda al Barça
Pero pese a que la confianza de Joan Laporta y Deco en Xavi Hernández sigue siendo intacta, la cosa podría cambiar después del partido del Estadio Diego Armando Maradona. Porque si el Barça no saca un buen resultado de su visita a Nápoles, la cúpula blaugrana podría decidir prescindir de los servicios del entrenador de Terrassa para buscar un golpe de efecto en el partido de vuelta, donde sería obligatorio remontar.
De momento son todo hipótesis, y se confía en que se pueda eliminar a un Nápoles que llega a la cita viviendo también un momento muy complicado en la Serie A, competición en la que se encuentra lejos de las posiciones europeas. Por tanto, el Barça será ligeramente favorito, pero ya se sabe que en Champions puede pasar de todo.