Joao Félix sigue teniendo un futuro incierto en el Atlético de Madrid. A pesar de sus buenas actuaciones recientemente, destacando sus goles ante el Betis o el Manchester United, no está nada claro qué sucederá con él. Porque no es intocable para Diego Pablo Simeone, y la afición no le considera un ídolo, de hecho, ha tenido que soportar muchas críticas. Algunas, injustas, pues no se ha tenido paciencia con él, e incluso se ha dudado de su compromiso.

De lo que no se puede debatir es sobre el inmenso talento que tiene en sus botas. Cuando está inspirado, y se siente con confianza, resulta un futbolista diferencial, y con cualidades más que de sobras para ser determinante, y decidir cualquier partido. Lástima que el ex del Benfica y del Oporto sea tan irregular, ya que es uno de esos cracks por los que merece la pena pagar el precio de una entrada, cada vez que hace alguna jugada mágica.

El internacional portugués es el primero que hace autocrítica, y reconoce que no ha crecido tanto como debería en sus tres campañas en La Liga Santander. Así que ha empezado a plantearse su fuga del Wanda Metropolitano, para marcharse a un equipo en el que pueda ser más importante, y cuyo estilo de juego encaje más en lo que necesita el ganador del Golden Boy de 2019 para brillar. Y aquí es donde el Barça ha aparecido en escena.

Xavi Hernández es un admirador de Joao Félix, y está convencido de que puede ser la gran estrella del equipo. Podría llegar para hacer olvidar a un Ousmane Dembélé que guarda muchas similitudes con el luso, ya que costó mucho dinero, y nunca ha dado la sensación de acabar de justificar esa apuesta. De hecho, también ha sido criticado por la afición, pero no se puede negar que cuando ha estado acertado, ha sido una maravilla poder verle jugar.

Xavi Hernández/ EFE

En su caso, sí que se irá del Camp Nou con total seguridad, y sin dejar nada en las arcas, debido a que finaliza su contrato. Esa es la razón por la que Joan Laporta le busca un relevo.

Antoine Griezmann puede tener la llave

Eso si, no será sencillo para el Barça poder sacar al atacante nacido en 1999 del Atleti. Pagaron 126 millones de euros, y no aceptarán una cifra muy inferior a esa. Por suerte, hay un as bajo la manga, que es la entrada de Antoine Griezmann en la operación, que podría reducir considerablemente el coste.

Los ‘colchoneros’ desean retener al galo, y aceptarían un trueque por Joao Félix. Eso si, está por verse cuanto dinero pedirían en compensación.

Xavi espera que todo se pueda concretar.