El banquillo del Barça es un polvorín. Después de anunciarse públicamente la continuidad de Xavi Hernández cuando estaba en su peor momento, la última derrota de los blaugrana contra el Girona ha vuelto a agotar la paciencia de Joan Laporta. Lo que había comenzado siendo una muestra de confianza hacia su entrenador para dar estabilidad al club, puede transformarse en uno de los mayores ridículos de la historia de la entidad.
Los resultados no han sido buenos para el de Terrassa. Eliminado de la Copa del Rey, la Champions y de la lucha por la Liga con resultados demasiado abultados, ahora está en riesgo la segunda plaza. Una posición que, por dar acceso a la Supercopa de España, resulta esencial para la economía del club.
Los jóvenes, el gran legado de Xavi
Toda esta situación deja a Xavi desprotegido. La sensación es que ha perdido crédito tanto dentro del club como para la afición. Más allá de los decepcionantes resultados de esta temporada, están los problemas en el juego, las excusas en rueda de prensa o sus enfados que le han costado más de una expulsión. Sin embargo, hay un argumento que puede utilizar a su favor, la apuesta por los jóvenes.
Si por algo se recordará esta temporada, es por permitir que algunas de las grandes promesas de la Masia explotaran. Después de debutar el curso pasado, Lamine Yamal se ha afianzado como uno de los jugadores más desequilibrantes del equipo. En defensa, Pau Cubarsí se ha consagrado como un titular más. A estos dos hay que sumar las apariciones de Héctor Fort, Fermín López o Marc Guiu, entre otros.
Mika Faye lanza un mensaje enigmático
En esta lista no se incluye a Mika Faye, a pesar de haber ido convocado tres veces con el primer equipo. El central de Barça Atlètic es una de las grandes sensaciones del filial, el cual está luchando por subir a Segunda División, gracias al gran nivel que está ofreciendo en su primera temporada como blaugrana. En 30 partidos en Primera RFEF, ya suma 4 goles y es uno de los fijos para Rafa Márquez. En el club esperan que la próxima temporada pueda entrar en dinámica del primer equipo.
Mientras llega ese momento, el senegalés ha lanzado un enigmático mensaje en redes sociales. "La paciencia es aceptar con calma que las cosas llegan en un momento diferente al que esperabas", publicó Faye en su cuenta de Instagram. Unas palabras que han puesto en duda su continuidad, ante la falta de oportunidades y las ofertas que llegan desde fuera. Ante la incertidumbre que ha generado el jugador, el Barça apela a su cláusula de 400 millones de euros para apagar cualquier amenaza de incendio.