El nombre de Álvaro Morata todavía aparece en la agenda del Barça. Después de intentar su fichaje en el pasado mes de enero, ahora Joan Laporta puede volver a probar suerte. Porque el jugador sigue estando ilusionado ante la posibilidad de ponerse a las órdenes de Xavi Hernández, que le promete un papel importante en sus planes, y disponer de minutos con regularidad. Además, ve un proyecto ambicioso, y podría regresar a su país natal.
Pese a su pasado en el Real Madrid, donde se formó, no le importaría en absoluto defender los colores del eterno rival. Y ya se quedó con las ganas en enero, cuando quiso dejar la Juventus de Turín, después de que se confirmara la contratación de Dusan Vlahovic. Aún y así, Massimiliano Allegri no le dejó marcharse, y le obligó a que respetara su contrato de cesión, que se extendía hasta el final de la temporada. Una decisión difícil de entender.
Porque ha demostrado que no cuenta con él, y por eso no harán efectiva la opción de compra de la que disponen, que está valorada en unos 35 millones de euros. Por lo tanto, regresará al Atlético de Madrid, donde tampoco tiene espacio, pues no logró convencer a Diego Pablo Simeone durante el tiempo que estuvo en el conjunto rojiblanco. Tampoco se sabe si tiene muchas ofertas, así que el Camp Nou sería su única vía de salida.
Xavi está convencido de que puede ser una pieza muy útil y valiosa, y es por eso que no se ha cansado de pedírselo a Laporta, quien tiene más dudas. Aún y así, tiene decidido intentar el fichaje de Morata, para contentar al egarense, pero lo hará siempre y cuando su coste no sea excesivo. Concretamente, no pasarán de 20 ‘kilos’, que creen que es la cifra justa por un delantero que ha demostrado ser muy irregular a lo largo de su carrera, y que no es precisamente joven.
Y es que ya tiene 29 años, y entrará en la treintena el próximo mes de octubre.
Cumbre por Morata en Madrid
El interés del Barça en Morata es muy serio, y por ese motivo se reunieron Mateu Alemany y Miguel Ángel Gil Marín en Madrid hace unos pocos días. Las conversaciones siguen en marcha, pero no hay acuerdo, y no cabe duda de que a la afición culé no le gustaría mucho el fichaje.
Porque, más allá de las dudas que tengan sobre que sea necesario, y acerca del nivel en el que se encuentra, no perdonan su pasado en el Madrid.
Aunque eso a Xavi no parece importarle demasiado.