Uno de los perfiles que más interesan al Barça a la hora de incorporar jugadores es el de futbolistas que terminan contrato con sus clubes. Así han fichado a Kessié y a Christensen, igual que la temporada pasada se hizo con Memphis Depay y Eric Garcia. Y en estos momentos, el club blaugrana ya trabaja en posibles fichajes para la temporada que viene, pues uno de los grandes objetivos del Barça, Íñigo Martínez, termina contrato en el 2023, lo que le convierte en un caramelo para entonces.
El Barça ve en Íñigo al mejor sustituto para Gerard Piqué, que podría colgar las botas dentro de un año, por lo que asegurarse al vasco a coste cero sería una jugada maestra. Iñigo Martínez, de hecho, era el plan B para ese verano si fallaba Jules Koundé, aunque el Barça ya pudo comprobar que el Athletic Club no lo iba a traspasar.
Gratis... dentro de un año
El tema está en que el Athletic Club está convencido de poder renovar a Iñigo Martínez. Con un año por delante, todo puede cambiar, por lo que el central podría decidir colgar las botas en Bilbao, donde tiene ya la vida hecha. El Barça, por su parte, seguirá presionando para que no renueve, pues ve en Iñigo al sustituto ideal para Piqué. El vasco destaca en el posicionamiento y en la capacidad para sacar el balón desde atrás, virtudes que gustan mucho a Xavi Hernández, que insiste en su fichaje.
El entrenador, de hecho, ya se ha puesto en contacto con Íñigo Martínez para pedirle que no estampe su firma en un nuevo contrato con el Athletic Club. Después de toda una carrera entre la Real Sociedad y el Athletic Club, poder fichar por el Barça sería el colofón a una gran carrera, motivo por el que Íñigo Martínez duda con quedarse en la zona de confort o apostar por jugar en el Camp Nou.
Messi vetó el fichaje de Íñigo
Se da la circunstancia de que Íñigo Martínez estuvo muy cerca de fichar por el Barça hace varias temporadas, con Ernesto Valverde en el banquillo. El entrenador quería un acompañante para Piqué, pues no acababa de confiar en Mascherano y puso encima de la mesa el nombre del central vasco, que en ese momento tenía un coste de 30 millones de euros.
Fue entonces cuando Mascherano puso el grito en el cielo, pues se veía fuera del equipo, lo que provocó que Leo Messi intercediera por él, hasta lograr que la operación se rompiera. Quién sabe si finalmente el destino le permite a Iñigo Martínez poder vestir de blaugrana y, además, con Leo Messi como compañero de vestuario.