No es secreto para nadie que el Barça tuvo la posibilidad de fichar a Cristiano Ronaldo durante el verano. El jugador del Manchester United quería cambiar de aires de manera desesperada, e hizo todo lo posible para forzar su salida. Jorge Mendes, su representante, también trató de encontrarle un comprador, aunque lamentablemente nada sirvió. Todos los intentos fueron en vano, y una gran cantidad de clubes descartaron su posible contratación.
En el caso de los azulgranas, Joan Laporta y Mateu Alemany no veían con malos ojos esta idea. Podían hacerse con una estrella mundial que garantizaba goles, y que no hubiese tenido un coste demasiado elevado, pues los ingleses se conformaban con recuperar los 25 millones de euros que habían pagado a la Juventus de Turín un año antes. Además, hubiera sido un movimiento muy doloroso para el Real Madrid y para Florentino Pérez.
Porque no hubiese hecho ni pizca de gracia ver como el máximo goleador de la historia del cuadro blanco acababa en el eterno rival. Por desgracia para CR7, Xavi Hernández en todo momento se opuso a esta operación, y no tardó ni un segundo en negarse rotundamente. Y es que consideraba que ya era un futbolista en declive, como se ha demostrado en la presente campaña, en la cual está teniendo un papel residual en los planes de Erik Ten Hag.
De hecho, ahora mismo está apartado del grupo, y no entrará en la próxima convocatoria de los ‘red devils’ para enfrentarse al Chelsea, después de negarse a ingresar al terreno de juego en el partido contra el Tottenham Hotspur. El técnico de Terrassa estaba convencido de que lo mejor para el Barça era olvidarse de esta opción, y centrarse en otras alternativas para reforzar la parcela ofensiva. Además, creía que por su carácter conflictivo, Ronaldo podría comprometer el buen ambiente en el vestuario.
No le veía capacitado para ser la estrella del equipo y convertirse en la referencia del ataque, y en su lugar firmaron a Robert Lewandowski, que sí está cumpliendo con las expectativas.
Cristiano, en el momento más delicado de su carrera
Ser rechazado por el Barça fue un golpe muy duro para Cristiano, que también fue descartado por el Atlético de Madrid, el Bayern de Múnich o el Borussia Dortmund. Hasta hace poco era impensable que alguna entidad se atreviera a decir ‘no’ al cinco veces ganador del Balón de Oro, pero las cosas han cambiado.
Tiene que asumir que está lejos de su mejor versión y que está más cerca de la retirada que de su plenitud física, y por primera vez en su carrera es suplente habitual. E incluso la afición del United está en contra de Ronaldo.