Xavi Hernández está haciendo experimentos con los onces iniciales. El técnico egarense es consciente de que, con el inicio de la Champions, el calendario se empieza a apretar y hay que cuidar el físico de los jugadores con el fin de evitar lesiones. Ha empezado las rotaciones, y lo dejó bien claro con la alineación ante el Celta de Vigo, dónde dio descanso a jugadores que acostumbran a ser fijos desde inicio, como Alejandro Balde o Gavi. A pesar de las rotaciones, hay quienes siguen sin tener minutos: son las nuevas ovejas negras de Xavi.

Íñigo Martínez, último en las rotaciones

Uno de los puntos fuertes de este mercado de verano ha sido el refuerzo de la línea de defensa. La temporada pasada, cuando había algún jugador de baja por lesión, la última línea quedaba muy comprometida. De hecho, cuando Ronald Araujo, que desafortunadamente tiene tendencia a las lesiones, o Andreas Christensen no estaban, el Barça tenía mucha dificultad para sacar adelante los partidos y, a menudo, pinchaba. Esta temporada han llegado refuerzos. Gracias a la cesión de Joao Cancelo, Jules Koundé ya no tiene que jugar como lateral, de manera que Xavi cuenta con un central más en la rotación. Además, el Barça también ha fichado a Íñigo Martínez, pero, de todas las opciones, es la menos favorita de Xavi.

El ex del Atlético de Bilbao llegó a la ciudad condal arrastrando una fasciïtis plantar, una dolencia que ya lo obligó a perderse partidos durante el curso pasado. Aunque es una lesión complicada con respecto a los tiempos de recuperación, parece que se ha recuperado sin problema. Debutó ante el Osasuna en el descuento, pero su actuación no terminó de convencer a Xavi, de que lo considera la última opción en defensa. Quedó claro en el partido de la gloriosa remontada ante el Celta, cuándo el técnico blaugrana decidió jugar con tres centrales en un tramo del partido, y los escogidos fueron Araujo, Koundé y Christensen. De momento, Íñigo Martínez no entra en los planes.

La defensa, el muro del Barça

El Barça ha mejorado mucho en el aspecto defensivo, uno de sus puntos débiles. Gracias a las incorporaciones de este verano, el nivel ha aumentado de manera exponencial y se nota en todos los aspectos del juego. Balde y Cancelo son dos puñales por las bandas y, además de ser claves en defensa, son dos de las armas más importantes del equipo en ataque. La velocidad de Balde por la izquierda y el talento y la versatilidad de Cancelo por la derecha están siendo muy importantes en este inicio de temporada.

Los refuerzos en defensa fueron clave para remontar contra el Celta / Foto: Europa Press - Javier Borrego

Como centrales titulares, tres gigantes. Christensen ya lo demostró la temporada pasada, es limpio y pulcro y no comete errores. Araujo es una pieza clave en este equipo. Se nota mucho cuando no está, y bastó con ver cómo le cambió la cara al equipo cuando pisó el verde durante la segunda parte contra el Celta. Koundé, por su parte, estuvo toda la temporada pasada pidiendo jugar como central, su posición natural. El tiempo le ha dado la razón: durante la baja de Araujo se ha convertido en central indiscutible y se ha consolidado como uno de los mejores centrales del mundo. Íñigo Martínez tiene un panorama difícil para poder jugar entre estos tres monstruos, pero será clave como revulsivo para poder dar descanso a los habituales y evitar sobrecargas y lesiones.