El domingo a las 22 h, el Barça despedirá una temporada para olvidar. Los blaugranas se enfrentan al Villarreal en el Camp Nou, en el último partido del curso. Xavi Hernández, Joan Laporta y la secretaría técnica culé hace semanas que piensan en la planificación de la siguiente campaña y más de un jugador vestirá este fin de semana, por última vez, la camiseta del Barça.
Xavi tiene claras las altas y las bajas
Xavi Hernández ha dejado muy claro a la directiva lo que hace falta para dotar de más competitividad y competencia a la plantilla. El entrenador egarense ha pedido refuerzos en todas las líneas, ya que quiere a dos jugadores de garantías en cada una de las posiciones de la alineación. El club trabaja para satisfacer las peticiones del técnico, pero siendo conscientes de la delicada situación económica que hay.
De la misma manera, Xavi ha transmitido qué jugadores entran en sus planes y cuáles no. Para poder firmar nuevas incorporaciones, antes hace falta que ciertos futbolistas abandonen la disciplina blaugrana, para cuadrar números. Desde el club son conscientes de que quizás habrá que tomar decisiones duras y en contra de la voluntad del entrenador, pero la economía de la entidad determinará hasta dónde se puede llegar.
Dembélé marea la perdiz
Ousmane Dembélé sigue sin pronunciarse sobre su futuro. Mateu Alemany y Joan Laporta han reiterado que el Barça ha presentado una nueva oferta al jugador y que esperan su respuesta. De momento, ni el futbolista ni su representante, Moussa Sissoko, mueven ficha. Según parece, Sissoko no está por la labor de aceptar esta última propuesta y quiere que su cliente abandone Barcelona.
Parecía que el delantero francés tenía intención de quedarse en el Barça. La llegada de Xavi había hecho cambiar la opinión del ex del Borussia Dortmund, ya que le gusta la manera de trabajar del técnico egarense y la buena relación que tiene con él. No obstante, las presiones de su agente, sumadas a la suculenta oferta económica que ha presentado el PSG, pueden obligarlo a cambiar de aires.
Los caminos de Dembélé y el Barça se separarán este verano, si no hay un giro total de los acontecimientos. Su trayectoria en el Camp Nou ha sido muy decepcionante, porque hay que recordar que se le fichó por 140 millones de euros. Ahora parecía que, con sus buenas actuaciones y sin lesionarse, había conseguido ganarse el cariño de la afición. Es una realidad que prefiere el dinero a un proyecto deportivo de futuro.