La decisión de salir del Barça de Xavi Hernández no se debe a un solo argumento. El entrenador de Terrassa la tomó al considerar que una parte del entorno va en su contra, una erosión que le ha acabado pasando factura. Xavi, además, cree que para poder competir en Europa, para plantarle cara de verdad a clubes como el Manchester City o el PSG, el Barça necesita jugadores de nivel y experiencia, como Lewandowski y Gündogan, y sabe que este verano esto no será posible. Xavi puso encima de la mesa nombres como los de Kimmich, Alphonso Davies o Bernardo Silva, jugadores que permitirían dar un salto de calidad, pero Deco ya le hizo saber que se podía ir olvidando de ellos.
El plan de Deco es el de apostar por la continuidad de Joao Félix y Joao Cancelo, darle más continuidad a Victor Roque, exprimir todavía más a los jóvenes talentos de la Masia y añadir un par de fichajes. Uno de los nombres que tiene la dirección deportiva en mente, por ejemplo, es el de Dani Olmo, un jugador que conoce la casa y que tendría un rendimiento inmediato.
Xavi y Deco, opiniones diferentes
Xavi Hernández considera que con ese plan el Barça no logrará dar el salto, lo que unido a su sensación de tener a parte del entorno en contra le ha llevado a decidir salir del club. El primer encontronazo importante llegó con el no fichaje de Bernardo Silva, el único nombre que había puesto encima de la mesa como prioritario. Además, el Barça hizo todo lo posible para traspasar a Frenkie de Jong, cuando el entrenador pedía que el neerlandés siguiera en el equipo. Y lo mismo ocurrió con Ousmane Dembélé, un jugador imprescindible para Xavi que no se fue antes porque el Barça no logró ninguna oferta importante.
Y los encontronazos no terminaron ahí, ya que el verano pasado, con la salida de Sergio Busquets, Xavi Hernández insistió en fichar a Martín Zubimendi, jugador de la Real Sociedad con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. El entrenador, según varias informaciones, llegó a hablar con Zubimendi, pero a la hora de la verdad se dio cuenta de que el Barça no tenía la más mínima intención de ficharlo.
El dinero de Zubimendi, para Vitor Roque
Para rematarlo, 4 meses después, en el mercado de invierno, el Barça puso encima de la mesa 60 millones, entre fijo y variable, para fichar a Vitor Roque, un delantero joven e inexperto que jamás ha entrado en los planes de Xavi. Aquel movimiento evidenció que el entrenador pinta poco a la hora de decidir los fichajes, la gota que colmaba el vaso para decidir que su paso por el banquillo del Barça había llegado a su final.
Ahora falta por ver qué entrenador cogerá el relevo de Xavi, una decisión que cada vez parece más encaminada al nombre de Rafa Márquez, que está firmando una gran temporada en el Barça Atlètic. A ello se añade que el mexicano mantiene una relación excelente con Deco y con Joan Laporta y que aceptará los movimientos que decida hacer el club a la hora de reforzar la plantilla.