El Barça estaba estudiando la contratación de Xavi Simons como una de las posibles alternativas para reforzar el tridente, y ocupar la banda izquierda del ataque. Aunque el favorito de Xavi Hernández es Nico Williams, como todo el mundo sabe, Joan Laporta controla una larga lista de nombres propios, en la cual también nos encontramos con Luis Días, Kaoru Mitoma, Khvicha Kvaratskhelia o Serge Gnabry, solamente por poner algunos ejemplos.
Y el internacional con la selección de los Países Bajos también ocupa un lugar privilegiado en el casting, una cosa totalmente merecida. Ha hecho méritos para probar suerte en uno de los equipos más ambiciosos del planeta después de salir del RB Leipzig, donde ha estado a préstamo en la actual campaña. Y se ha acabado de consagrar como una estrella mundial, y uno de los mejores futbolistas del planeta en la demarcación que ocupa.
Los nueves goles y las 15 asistencias que ha conseguido son una estadística realmente positiva, y por lo tanto no nos resulta extraño que ya hayan llamado a su puerta entidades de primer nivel. A priori, debería de regresar al Paris Saint-Germain el 1 de julio, pero a pesar de la marcha de Kylian Mbappé con dirección al Real Madrid, Luis Enrique no tiene previsto contar con el ex del PSV Eindhoven, y todo hace indicar que volverá a irse.
Un traspaso no está descartado, pero la idea de Nasser Al-Khelaïfi es que Simons salga otra vez mediante un préstamo. Y en el Camp Nou se habían interesado por el regreso de Xavi, que fue una de las grandes perlas de La Masía en el pasado, antes de mudarse a la capital de Francia en 2019, cuando todavía no había firmado su primer contrato profesional. Deco y Laporta no tienen dudas de que es un refuerzo magnífico, y Xavi también veía con muy buenos ojos esta idea.
Un movimiento que estuvo muy cerca de concretarse en 2022, pero finalmente no fue posible. Aunque la esperanza ha durado muy poco, y en el Parque de los Príncipes no permitirán que llegue al Barça.
Al-Khelaïfi no negociará con Laporta por Simons
Las razones que empujan a Al-Khelaïfi a adoptar esta postura y a negarse rotundamente a sentarse a negociar con Laporta y con Deco son lógicas. No hay una buena relación entre la junta directiva del PSG y del Barça, y por ende no hay ninguna manera de que puedan llegar a un acuerdo.
Simons no aterrizará en la ciudad condal, viéndose obligado a buscar otro desafío, y fin de la historia.