Dudas y más dudas. Eso es lo que está sembrando el Barça en sus últimas citas. Lo hace de cara a sus rivales, pero, sobre todo, y lo que es más importante, lo hace de cara a dentro. En el vestuario del FC Barcelona cierne la incertidumbre de qué le puede estar pasando al equipo. Las ideas de juego están claras y, sea en menor o mayor medida, se han visto relucir cuando los blaugrana han estado a tono.
Sin ir más lejos, el inicio del partido contra el Betis fue prácticamente impecable. Ritmo de balón alto, activación de jugadores entre líneas y porcentajes de posesión que alcanzaron los 80%. Con todo, el Barça empezó a enajenarse de manera simultánea a que el Betis se empoderaba y se empezaba a jugar al ritmo de Nabil Fekir. Los de Xavi perdieron las riendas del partido para no recuperarlas más, y, de nuevo, se regresó al bucle que tiene atrapado al fútbol del Barça desde ya hace unas semanas.
Xavi Hernández, desesperado con la relajación del Barça
Todo empezó con el duelo de Copa ante el Intercity. A pesar de llegar claramente por debajo en sus posibilidades, el conjunto alicantino, que pertenece a la Primera RFEF, compitió de tú a tú contra los blaugrana que, cada vez que se ponían por delante en el marcador, eran empatados por un rival que se negaba a dar su brazo a torcer.
Días antes, ya se habían cuajado dudas en un partido que tampoco se supo cerrar. Entonces, fue en el Camp Nou ante el Espanyol y, en esta ocasión, el Barça se dejó dos puntos muy importantes en la Liga Santander. Con el paréntesis de la victoria en el Metropolitano, el bucle volvió en Arabia Saudí. El Betis, como el Intercity o el Espanyol en ciertos tramos, parecía no ser rival para un Barça que, reiteramos, en la primera mitad fue infinitamente superior.
El combinado culé se dejó recuperar terreno como aquel que se queda paralizado, mientras que el Betis, a raíz de pérdidas de balón de los blaugrana y falta de intensidad, se creció y niveló una balanza que solamente había estado equilibrada cuando el silbido inicial todavía no había sonado. Consiguientemente, Xavi, desesperado, era el único que parecía consciente de lo que el equipo se estaba jugando y así se lo transmitía a sus pupilos.
Ciertos jugadores del Barça han sobrepasado el límite
Y como no podría ser de otra manera, ciertos jugadores del Barça han sido señalados por, o bien su intrascendencia, o bien su falta de acierto. El primer caso es el que explica las personificaciones en Raphinha, mientras que el segundo, es nuevamente Ferran Torres. El valenciano, contra el Betis en una nueva pesadilla, perdió 10 de los 30 balones que tocó. Uno de cada tres que, recordemos, tiene a Memphis Depay a la espera de la resolución de su futuro.