Xavi Hernández fue uno de los primeros en darse cuenta. Mientras muchos se ilusionaban con la llegada de Vitor Roque, el técnico catalán fue cauto desde el primer momento. Pese al ruido mediático que generó el fichaje del joven delantero brasileño, Xavi prefirió mantenerlo en un segundo plano. No lo veía preparado ni a nivel futbolístico ni mental para asumir el reto de jugar en el primer equipo del Barça.
Esa decisión generó críticas. Se acusó al entonces entrenador azulgrana de no dar oportunidades a un talento emergente por el que el club había pagado más de 30 millones de euros. Muchos veían en Roque al ‘nuevo Romário’ o al sucesor de Luis Suárez. Sin embargo, el tiempo ha terminado por darle la razón a Xavi.
Sin sitio en el Barça… ni en el Betis
Vitor Roque llegó al FC Barcelona en el pasado mercado invernal de la temporada 2023/24. La intención del club era que se fuera adaptando poco a poco, pero la falta de minutos fue evidente. Xavi, firme en sus convicciones, apenas le dio participación. Para el técnico de Terrassa, el brasileño estaba muy verde y carecía del perfil necesario para competir al más alto nivel.
Cuando Hansi Flick tomó el relevo en el banquillo, en verano, tampoco cambió demasiado la película. El alemán aprobó su cesión al Real Betis con la esperanza de que pudiera foguearse en un entorno más tranquilo y sin tanta presión. Pero en el conjunto verdiblanco, con Manuel Pellegrini al mando, la historia volvió a repetirse: apenas jugó.
Ni en el Barça, ni en el Betis. El prometedor delantero brasileño no logró hacerse un hueco ni mostrar el nivel que justificase su fichaje. Un año después de su llegada al fútbol español, Vitor Roque fue traspasado al Palmeiras, en un movimiento que dejó claro que su etapa en Europa, al menos por ahora, había terminado.
En el Palmeiras… más de lo mismo
La vuelta a Brasil tampoco ha servido para cambiar su situación. En el Palmeiras, donde se esperaba que pudiera recuperar sensaciones, Vitor Roque tampoco ha conseguido continuidad. Sus participaciones han sido muy limitadas y los técnicos brasileños tampoco terminan de verle como una pieza importante para el equipo.
Desde el entorno del jugador se transmite calma. Argumentan que todavía es joven y que necesita tiempo para adaptarse. Pero lo cierto es que su proyección, de momento, está muy por debajo de las expectativas que generó. El Barça, que apostó fuerte por él pensando en un delantero de futuro, ha terminado asumiendo que la operación fue un error.
Xavi lo vio antes que nadie
La lectura que hizo Xavi Hernández desde el principio ahora cobra todo el sentido. El técnico fue prudente y analítico. No quiso dejarse llevar por la presión mediática ni por la inversión económica. Sabía que, pese a su potencial, Vitor Roque no tenía aún el nivel necesario para jugar en el FC Barcelona.
Con el paso del tiempo, esa decisión, que fue cuestionada por muchos, se ha convertido en una muestra más de la claridad con la que Xavi analizaba el día a día del equipo. Su ojo clínico evitó que el Barça depositara toda su confianza en un jugador que, al menos por ahora, no ha demostrado estar preparado para competir al máximo nivel.
El tiempo dirá si Vitor Roque logra reinventarse y volver a Europa. Pero por ahora, todo indica que Xavi tenía razón desde el primer día.