El mercado de MotoGP ha comenzado a agitarse mucho antes de lo previsto, con varios equipos ya moviendo fichas en busca de asegurar a los pilotos más prometedores de la parrilla. Entre los nombres que más suenan destaca el de Álex Márquez, quien se ha convertido en una de las grandes sensaciones de este arranque de temporada. Sus sólidas actuaciones lo han catapultado hasta la segunda posición en la clasificación general, por delante de pilotos con maquinaria teóricamente superior.
En este contexto, el Monster Energy Yamaha Team ha puesto sus ojos en el piloto de Cervera. Con el futuro de Àlex Rins en el aire, la escudería japonesa busca un recambio de garantías que pueda devolverles el protagonismo que han perdido en los últimos años. Y Márquez, con su regularidad, madurez y capacidad de adaptación, ha aparecido como una opción prioritaria para acompañar a Fabio Quartararo en el equipo oficial.

Yamaha se fija en Álex Márquez
Los resultados avalan esta decisión. Álex ha sido constante, ha evitado errores graves y ha demostrado que puede pelear en condiciones adversas. Yamaha necesita precisamente eso: un piloto que sume puntos de forma fiable y que contribuya al desarrollo de una moto que lleva tiempo sin encontrar su mejor versión. Quartararo ha sido, durante las últimas temporadas, el único sostén del equipo, y en Márquez ven al complemento ideal para equilibrar la estructura.
Pero Yamaha no es la única que lo quiere. Otras escuderías del paddock también han mostrado interés, conscientes de que el hermano menor de Marc Márquez ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad sólida del campeonato. A sus 28 años, Álex está en el mejor momento de su carrera, y eso no ha pasado desapercibido para los grandes equipos.

Álex Márquez ya conoce las intenciones de Yamaha
Mientras tanto, en su actual estructura dentro del entorno de Ducati, saben que mantenerlo será complicado si no pueden ofrecerle una moto competitiva para pelear por el título. Aunque ha estado a la altura con una Desmosedici de especificaciones previas, Márquez quiere dar el salto definitivo a una moto de fábrica, y Yamaha parece dispuesta a ofrecérselo.
Las negociaciones no se han puesto en marcha, pero ya ha habido intercambio de intenciones entre el equipo japonés y el entorno del piloto catalán, desde donde aseguran que lo más importante no es únicamente el aspecto económico, sino contar con un proyecto deportivo ambicioso, capaz de luchar por podios y victorias de forma constante.