Zinedine Zidane no será el próximo entrenador del Paris Saint-Germain, como se estuvo especulando durante tanto tiempo. Porque se ha revelado que, finalmente, el elegido para ocupar la plaza que dejará vacante Christophe Galtier después de su despido es Luis Enrique. Nasser Al-Khelaïfi buscaba a un líder con carácter y personalidad, y se ha decantado por el técnico asturiano, que tendrá un reto muy importante.
Pero ‘Zizou’ sigue teniendo muchas opciones para volver a los banquillos, y dirigir a otros conjuntos. Aunque ya lleva dos años sin trabajar, todavía es considerado como un mánager de gran reputación, y hay una gran cantidad de equipos que estarían encantados de poder contar con él. Por ejemplo, la Juventus de Turín, donde hizo historia en su etapa como futbolista profesional, y que ahora quiere que vuelva para ser el sucesor de Massimiliano Allegri.
La ‘Vecchia Signora’ lleva mucho tiempo en depresión, sin pelear por ningún título importante, y haciendo el ridículo en la Champions League. De hecho, en el último curso fueron eliminados en la fase de grupos, y no participarán en la próxima edición, al no haber sido capaces de clasificarse. La directiva ‘bianconera’ quiere que el entrenador galo los devuelva a la gloria, y revivir esos días en los cuales eran un rival temible en Europa.
De hecho, hace no mucho tiempo disputó dos finales de la Liga de Campeones, perdiendo ante el Barça y el Real Madrid. Pero no es el único admirador que tiene Zidane, que también ha recibido la llamada de otro equipo ‘top’, en este caso, desde la Premier League. Y es que el Newcastle United, pese a estar muy satisfecho con el increíble trabajo que ha realizado Eddie Howe, valora la posibilidad de despedirlo si a cambio puede traer a un técnico con más experiencia en la élite.
Es el caso del campeón del Mundial de Francia, que puede probar suerte en Inglaterra, donde Mohammed Bin Salmán le garantiza percibir un salario estratosférico.
El Real Madrid, atento al futuro de Zidane
Florentino Pérez no pierde detalle de lo que ocurre con Zidane, que en los próximos años puede convertirse en uno de los enemigos del Madrid en la Champions. Porque allí donde acabe, el ganador del Balón de Oro del año 1998 tiene claro que solamente dirigirá a un equipo que tenga como objetivo pelear por todos los trofeos posibles.
Justamente lo que hizo en el Santiago Bernabéu.