Zinédine Zidane es uno de aquellos casos de futbolistas legendarios de un equipo en el que se convierten entrenadores al cabo de unos años de colgar las botas. En numerosas entidades de gran reconocimiento sucede, pero no todos los exfutbolistas son capaces de plasmar sus ideas en el terreno de juego desde el banquillo.
Por esta razón, no es tan común ver nombres que se hicieron conocidos sobre el césped al frente de la dirección técnica, pero casos como el de Zidane hay varios y es un ejemplo Xavi Hernández en el Barça. Sea como sea, y aparte de la etapa de Pep Guardiola en el Barça entre 2008 y 2012, la historia de Zidane en el Real Madrid es la más exitosa que se recuerda. El técnico francés ha sido el único en la historia que ha conseguido conquistar la Champions League en tres ocasiones consecutivas y hoy, su caché está por las nubes.
Zinédine Zidane, un descanso para librarse de la presión
El nombre del entrenador marsellés ha pasado a la historia en clave entrenadores, pero si bien sus éxitos solo están al alcance de muy pocos, las expectativas y la presión que han recaído sobre su figura también son dignos de los máximos exponentes de entre los técnicos.
Por esta razón, Zidane se hizo a un lado al conquistar por tercera vez la máxima competición de clubs a escala europea, pero después de casi dos años, está preparado para volver a sentarse en un banquillo. Esta vez, y según las últimas publicaciones en torno a su figura, estaría en una posición menos exigente que en la del Real Madrid, ya que haría de entrenador con menos asiduidad al asumir el control de un combinado nacional.
El banquillo de Francia espera Zinédine Zidane
Ya desde sus últimos días como dirigente de la plantilla merengue, el nombre de Zinédine Zidane estuvo muy vinculado al banquillo de Francia para sustituir a Didier Deschamps. El combinado galo ha perdido comba en las últimas citas internacionales y el exentrenador del Olympique de Marsella ha sido señalado como el culpable.
Varias voces desde Francia critican a su selección por jugar con un estilo muy defensivo a pesar de tener alternativas muy interesantes como un Ousmane Dembélé on fire o un Christopher Nkunku que viene siendo la sensación de la Bundesliga ya desde la pasada temporada. Deschamps está más en duda que nunca y supuesto pende de un hilo. Mientras tanto, Zidane sigue preparándose para volver a la acción y Francia espera volver a estar entre las mejores selecciones del mundo. La pregunta es: ¿será capaz la selección francesa de cambiar de entrenador antes del Mundial de Qatar y aclimatarse a tiempo al nuevo modelo de juego de 'Zizou'?