La remontada del Real Madrid contra el Manchester City no se explica sin la aparición decisiva de Rodrygo Goes. Carlo Ancelotti ya avisó en la previa del partido que podía no ser tan importante quién empezara en la posición de extremo derecho, sino que podía ser clave quien acabara en esa posición, y así fue.
Rodrygo se vistió de héroe contra el City
Empezó Fede Valverde, pero tras la hora de juego entró Rodrygo y el uruguayo pasó al centro del campo, en un movimiento que se acabó demostrando clave. El joven extremo marcó en el 89 y en el 91 para mandar el partido a la prórroga y demostró, una vez más, que está acabando la temporada en un nivel superlativo.
También entrando desde el banquillo, fue clave en la remontada contra el Chelsea, en los cuartos de Champions, y contra el Sevilla, en el partido que prácticamente selló la liga para los blancos. Pero desde que llegó al Madrid, no ha tenido un camino fácil. Florentino Pérez pagó 45 millones en 2019 para sacarlo del Santos brasileño justo al cumplir la mayoría de edad, pero le ha costado establecerse.
Con Zidane no estuvo nada cómodo, y aunque fue con quien tuvo sus primeros destellos, el francés no acababa de confiar en sus posibilidades, y llegó a pedir que se explorara su salida, aunque fuera como cedido. Pero Florentino Pérez no cedió, y al final fue Zidane quien se marchó del Real Madrid. Con la llegada de Ancelotti, se ha tenido más paciencia.
Deberá dar otro paso adelante
La gestión del técnico italiano también ha dejado dudas, porque durante buena parte de la temporada Rodrygo fue suplente de Asensio, y sus partidos dejaban al madridismo bastante frío, pero ahora es imprescindible. Ya sea como titular o como suplente, siempre es un recurso importante como agitador de partidos.
A sus 21 años, y con contrato hasta 2025, si nada se tuerce en su carrera debería jugar muchos años más en el Bernabéu, donde lo tiene todo para convertirse en un ídolo. Faltará por ver si consigue hacerse de una vez por todas con la vitola de titular, o perpetúa su papel de revulsivo. Sea como sea, si sigue decidiendo semifinales de Champions, al madridismo poco le va a importar si juega 90 o 15 minutos.
El año que viene deberá dar un paso adelante, sobretodo si acaba llegando Mbappé, que tiene garantizado una de las tres posiciones de ataque. El objetivo de Rodrygo no puede ser otro que ser el primer cambio en ataque, ya que, pese a sus apariciones divinas, parece lejos del propio Mbappé, pero también de Benzema y de Vinícius.