Zinedine Zidane ha ganado mucha fuerza para convertirse en el entrenador del Paris Saint-Germain en verano, e incluso antes de que finalice la temporada. Todo dependerá de los resultados que consiga Christophe Galtier, que ahora mismo está siendo muy cuestionado. No ha conseguido formar un bloque lo suficientemente sólido, y así lo demuestran los últimos partidos, donde solamente han obtenido derrotas. Las dos últimas, especialmente dolorosas.
Primero contra el AS Mónaco, en la cual se produjo una fuerte discusión en el vestuario, como publicaron diversos periódicos. El ambiente que se respira no es bueno, y culpan de ello al preparador galo, que no está sabiendo gestionar esto. Y frente al Bayern de Múnich, cayeron por la mínima, así que estarán obligados a remontar en Alemania, si no quieren ser eliminados por segundo año consecutivo en octavos de final de la Champions League.
Si eso ocurre, ‘Zizou’ aterrizaría con efecto inmediato en el Parque de los Príncipes, y el extécnico de LOSC Lille o AS Saint-Étienne debería de buscar un nuevo empleo. Nasser Al-Khelaïfi ya conoce cuáles son las pretensiones del ganador del Balón de Oro en el año 1998, y pide dos fichajes galácticos, siendo Ousmane Dembélé el primero de ellos. Es un admirador del jugador del Barça, y pretende aprovechar que tiene una cláusula de rescisión ínfima.
Con 50 millones de euros sería suficiente para que ‘el Mosquito’ traicione a Xavi Hernández y abandone el Camp Nou. Joan Laporta y Mateu Alemany harán todo lo necesario para evitar que esto suceda, pero no son muy optimistas al respecto. Y es que no pueden competir con el poderío económico del PSG, que puede llegar a pagarle mucho más dinero del que gana actualmente, y del que le ofrecen para que prolongue su vínculo.
Además del campeón del Mundial de Rusia, Zidane también tiene otro deseo para reforzar la plantilla.
Josko Gvardiol, la petición de Zidane
Y es que también cree que es necesario incorporar a un nuevo defensor, a pesar de que la contratación de Milan Skriniar desde el Inter de Milán está totalmente cerrada, y por ello se ha fijado en Josko Gvardiol, del RB Leipzig, que es uno de los cracks más solicitados del panorama internacional.
No sería barato, a diferencia de Dembélé, pero Zidane está convencido de que es un futbolista que tiene todas las condiciones necesarias para ser una de las estrellas del PSG en el presente y en el futuro.