Zinédine Zidane ha sido una de las personas más idolatradas en la historia del Real Madrid. No solo como jugador, cuando su etapa en el Santiago Bernabéu estuvo plagada de grandísimas noches de fútbol en las que encandiló al madridismo, sino como entrenador, pues hizo algo histórico como lo fue ganar la Champions League durante tres temporadas de forma consecutiva. Lo nunca visto. Después de ello, y tras alguna discrepancia con Florentino Pérez, el marsellés decidió dejar el banquillo merengue y tomarse un descanso que dura hasta hoy.
El sueño de Zinédine Zidane deberá esperar
Zizou se ha ganado el derecho a tomarse su tiempo y no por eso perderá el caché que ha ganado en su poca trayectoria en los banquillos. No tiene ninguna necesidad de tomar el mando de un club cualquiera, y parece que tiene claro que, cuando vuelva a entrenar, lo hará en algún proyecto que le garantice una máxima ambición de títulos para seguir engrosando su palmarés.
Es un secreto a voces que el principal objetivo de Zidane es sentarse en el banco de la selección francesa, y es por eso que no ha aceptado ninguna de las propuestas de clubes que le han llegado. No obstante, su sueño deberá esperar, pues según la información publicada por Le Parisien, el seleccionador galo Didier Deschamps lo seguirá siendo después de haber llevado a los suyos a la final del Mundial de Qatar.
Más cerca del fútbol de clubes, y del PSG
Deschamps sabía que si conseguía llegar como mínimo a las semifinales podría decidir su futuro al frente de les Bleus, y finalmente va a optar por seguir, a falta de hacerse oficial, frustrando así el deseo de Zidane, que esperaba, en caso de una mala Copa del Mundo de los franceses, asumir el cargo. Está por ver la duración del nuevo contrato de Deschamps que, atendiendo a la información publicada, él quiere que sea hasta el Mundial de 2026, mientras que en la Federación apostarían por un 2+2. Es decir, garantizarle la presencia en la Eurocopa de 2024, y dependiendo de lo que suceda, que esté también en el Mundial.
Volviendo a Zidane, que se le cierren las puertas de Francia por unos años más podría reabrirle, a medio plazo, las del PSG. El club parisino ya le quiso fichar en verano, y fue él el que dijo que no, esperando la llamada de la selección. Nasser Al-Khelaïfi apostó entonces por Cristophe Galtier, por quien pagaron un traspaso de 5 millones al Niza. No se intuye un cambio radical en el PSG, pero lo que provoca la continuidad de Deschamps es que Zidane esté más cerca del fútbol de clubes y del PSG, uno de los grandes rivales de su Real Madrid en Europa, algo que haría daño en el Santiago Bernabéu.