La pregunta ya no es si se superará el precio récord de la gasolina sino cuándo. En la última semana, nos hemos acercado peligrosamente a la cifra histórica que se llegó en septiembre del 2012, hace casi 10 años, y que todavía no se ha superado. También el precio del barril de petróleo Brent, que sirve de referencia a Europa, se ha situado esta semana por encima de los 90 dólares, algo que no pasaba desde octubre del 2014. Y las perspectivas no son demasiado optimistas: podría superar los 100 euros este mismo 2022. La subida del coste del petróleo tiene efectos directos encima del precio de la gasolina y del diésel. En la última semana, la gasolina ha marcado un precio medio de 1,52 euros el litro, su segundo valor más alto de la historia, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, mientras que el gasóleo ha subido hasta 1,403 euros. Con todo, en algunas gasolineras del Estado, el litro de gasolina se vende por encima del 1,7 el litro.
¿Qué explicación hay tras esta tendencia al alza? Fundamentalmente, un aumento de la demanda de carburantes después de la reactivación económica post-covid, ya que durante la pandemia se paralizó prácticamente toda la economía mundial. Esta se produce mientras el OPEP evita aumentar más del previsto su producción y, por lo tanto, hay una falta de oferta. Los expertos apuntan que esta escalada de precios se mantendrá a corto plazo, mientras desde los Estados Unidos proyectan un nuevo descenso de los inventarios mundiales en el primer trimestre del año.
Hace falta tener en cuenta que aunque los precios en el Estado son elevados, no superan los otros países del entorno y están por debajo de la media europea (1,66 euros el litro). Tanto en Alemania (1,73), Francia (1,72) o Italia (1,77), los precios son más altos.
Los consejos
En este contexto, es esencial conocer todos los pequeños trucos que nos pueden ayudar a ahorrar en gasolina y poder esponjar las visitas a la gasolinera para volver a llenar el depósito.
1. Busca una gasolinera más económica. La gasolina no tiene el mismo precio en todas las estaciones de servicio y eso puede marcar la diferencia, y el ahorro. Solamente tienes que encontrar la gasolinera "lowcost" de la zona.
2. No cargues de más el coche. Evita llevar el portabicis u objetos que pesen mucho cuando no los necesites. Este tipo de aparatos perjudican más de lo que parece la aerodinámica del vehículo y pueden llegar a hacer aumentar el consumo en más de un 20%. Pasa el mismo con las ventanillas. Cuándo estas se inclinan, aumenta el consumo. En caso de tener calor, es mejor utilizar la climatización del coche.
3. Los productos milagrosos no existen. Desengañémonos. Imanes, aditivos y otros son del todo inútiles.
4. No inventes. Utiliza el combustible que te recomienda al fabricante del coche. Utilizar una superior es tirar el dinero, ya que no aporta más presentaciones ni mejora el rendimiento del vehículo.
5. Controla la presión de los neumáticos. Cuando circulamos con menos presión a las ruedas de la que recomienda al fabricante, el consumo aumenta. Concretamente, lo hace en un 1% por cada 0,1 bares de presión menor en la adecuada. Si eso se traduce en 20.000 km circulante, estaremos gastando hasta 100 euros más de los que supondría una presión correcta. A
6. Si te detienes durante un buen rato, apaga el motor. Este podría ser el caso de un atasco, por exemple. Un coche que está parado en punto muerto consume entre 0,5 y 1 litro de combustible por hora. A pesar de que visto así, no parece un gasto importante, si nos paramos con mucha frecuencia la cantidad de dinero que gastemos aumenta.
7. Evita los frenazos y los acelerones bruscos. Conducir suavemente es una buena manera de ahorrar, también no intentar agotar al máximo las marchas, manteniendo el motor a revoluciones bajas. Aprieta el acelerador con suavidad y no abuses de este pedal. Siempre que puedas, rendiría el pie: consumirás menos cuanto menos lo presiones.
8. Respeta los límites por velocidad, por seguridad y por economía: te ahorrarás multas y reducirás el consumo, y, por lo tanto, la gasolina.
9. Cuando llegue el momento de cambiar de coche, considera la opción de hacerte con un vehículo ecológico. Cada día hay más variedad (eléctricos, híbridos...) y en todos los casos el combustible es más económico que los de motor tradicional.
10. Escoge bien la potencia, teniendo en cuenta porque necesitas el coche. Una muy elevada, aparte de encarecer el vehículo mismo, también eleva su consumo.