El 30 de junio se formaron largas colas en las sedes del Banco de España de todo el Estado. Aquel día estaba marcado en el calendario como el último en que se podían cambiar las pesetas que uno había guardado en casa por su valor en euros. Han pasado ya años desde que entró en vigor la nueva moneda, pero como siempre, hay quien se esperó hasta el último minuto para hacer esta operación.
Así y todo, el plazo expiró con un 3,2% del valor de las monedas y los billetes en circulación el 31 de diciembre de 2001 sin canjear, que se traducen a unos 1.575 millones de euros.
Concretamente, 793 millones se corresponden en billetes y 782 en monedas en pesetas, una cantidad que representa el 1,7% y el 31%, respectivamente, del importe que había en circulación en el momento de la introducción del euro. De esta manera, hasta el 30 de junio, los ciudadanos han cambiado el 96,8% del importe de las pesetas, que en total asciende hasta los 48,750 millones de euros.
10 millones en dos meses
El mayor volumen de pesetas se canjeó en los primeros seis meses desde la puesta en circulación del euro. Hasta el 30 de junio de 2002, cuando todavía se podía hacer el intercambio tanto en el Banco de España como en las entidades de crédito, se intercambió un 94,5% del importe de las pesetas que circulaban hasta finales del 2001.
Según explicaba Efe, a finales de abril, a los ciudadanos todavía conservaban monedas y billetes por valor de unos 1.586 millones de euros, ya fuera por un motivo sentimental, nostalgia o porque se habían quedado olvidados. Ahora, según los últimos datos, han quedado sin intercambiar 1.575 millones de euros. De esta manera, la población española aprovechó su última oportunidad y recuperó casi 10 millones en los últimos dos meses.
A partir de 1939
A finales de este mes de junio, ante el interés de la población por acabar de intercambiar las pesetas que hasta entonces se habían guardado en casa, el Banco de España permitió hacer este intercambio sin cita previa, agilizó los trámites. Durante todos estos años se pudieron intercambiar todos los billetes que habían entrado en circulación a partir de 1939, mientras que los emitidos entre 936 y 1939 se tenían que someter a un análisis de los expertos de la entidad. Con respecto a las monedas, se pudieron devolver todas las que circulaban en el momento de la introducción del euro, incluidas las de colección y conmemorativas.
El valor que se ha fijado para las pesetas es de 166,386 por cada euro, el que tenían el 1 de enero de 1999. Ahora bien, aquellos que se hayan dejado alguna olvidada por casa y ya no pueden ir al Banco de España, tienen otra opción, para recuperar (o multiplicar) su valor: los coleccionistas. Según han explicado especialistas, hay que pueden llegar a valer miles de euros, dependiendo de las tiradas y los años.