La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dado el sí definitivo a la rebaja de los productos para la salud menstrual femenina. Esta medida, que se aplicará reduciendo el IVA de tampones, compresas, copas y bragas menstruales del 10% al 4%, que ya se incluye en los presupuestos generales del Estado del próximo 2023. La noticia se ha confirmado en la rueda de prensa de este jueves para anunciar las medidas económicas que afectarán a las rentas altas y bajas para combatir la crisis actual.
De esta manera, se incluye en los presupuestos generales, después del anuncio que también ha hecho en paralelo la ministra de Igualdad, Irene Montero, en este caso a través de twitter: "La bajada del IVA al 4% de los productos de salud menstrual es justicia fiscal y feminista. Es una muy buena noticia. Combatir la pobreza menstrual es un deber para proteger la salud de todas las mujeres".
Por otra parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, celebra el acuerdo y va más allá: "Por fin, rebajaremos el IVA del 10% para los productos de higiene femenina. Son productos esenciales y no lujos. Ahora también nos marcamos bajar el IVA de preservativos y anticonceptivos no medicinales". La medida ha sido celebrada, especialmente, por la banda de Unidas Podemos ya que su propuesta se quedó colgada con el anuncio de la ley del aborto del pasado mes de mayo donde, desde el ministerio socialista de Hacienda encabezado por María Jesús Montero, no aprobaron incluirlo.
Más de 2.000 euros de gasto
El gasto medio en estos productos es muy variable, ya que depende del método que utilice cada mujer, así como del tipo de sangrado y la duración de cada menstruación. Sin embargo, en general la reducción del IVA al 4% permitirá que las mujeres ahorren unos 3,20 euros al año, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Así pues, es un gasto que la mujer tiene que afrontar durante los aproximadamente 40 años de su vida "fértil", mientras tiene un sangrado mensual: la edad media de la primera regla ronda los 12 años, y la menopausia suele llegar en torno a los 50 años. A lo largo de todo este tiempo pueden llegar a gastar mucho dinero.
Con los precios actuales, una mujer que utilice compresas gastará desde unos 13 euros hasta casi 59 euros anuales. Una mujer que recurra a los tampones, de 11 euros a 54 anuales. Quien recorra a las bragas menstruales, de 20 a 53 euros anuales. Y la copa menstrual es la opción más sostenible y económica. Se tienen que renovar a los 5 años y el precio es de 5,04 euros el año. Estas son las cifras para un solo año, pero al cabo de toda su vida fértil, una mujer con flujo abundante gastará más de 2.000 euros, a menos que sólo utilice la copa, que cuesta más de diez veces menos. Los cálculos, ahora, se tendrán que volver a reponer con la reducción de este impuesto.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, emplazó este lunes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que aplicara esta rebaja en los productos básicos de la cesta de la compra, como carne, pescado, aceite, agua, pasta seca o conservas, cosa que, a su parecer, es lo "razonable" en este momento para hacer frente a la subida de la inflación. Pero también incluyó productos básicos de higiene femenina e infantil. En el apartado femenino, la misma ministra María Jesús Montero ha remarcado este jueves que la medida ya estaba incluida y, por lo tanto, ya se había tomado con anterioridad.
El modelo escocés
España sigue el camino de Escocia, que ya desde el mes de agosto anunció la total gratuidad en tampones, compresas y copas menstruales, que ya son, gratuitos por ley. Se trata de una decisión histórica y pionera, ya que es el primer país en aprobar una normativa como esta. Con todo, no es el primer paso adelante que habían hecho en este sentido, porque desde el 2017 ya había disponibles este tipo de productos a las escuelas o universidades. Con la entrada en vigor de la Ley de los Productos de la Regla, que fue avalada por unanimidad en el 2020, estos estarán disponibles a todos los espacios públicos del país.