Después de dos años sin Pacte, el Govern de la Generalitat ha cerrado un Pacte Nacional per a la Indústria que se ha gestado en un tiempo, prácticamente, récord: desde mediados del otoño pasado hasta ahora. Este, tiene como objetivo una reindustrialización con un presupuesto de 3.000 millones de euros y transformar el modelo industrial del país.
El conseller de Empresa i Treball, Roger Torrent, que ha liderado el pacto con todos los agentes sociales y económicos, se ha marcado retos en forma de porcentaje para hacer las valoraciones correspondientes cuando corresponda: la industria tendrá que representar el 25% del PIB el año 2030. Para llegar, antes también están fijados otros objetivos: el 22% para el 2025, cuando se cierra este Pacte, y para este mismo 2022, el punto de partida es del 20,3%.
"Toda Catalunya está representada"
Torrent ha subrayado que los resultados "son mes cuantificables que en el anterior Pacte" y eso "se ha alcanzado con un tiempo récord". En esta línea también ha ido el president del Govern, Pere Aragonès: "Aquí está todo el mundo, está representada toda Catalunya. Apostamos por una reindustrialización que es verde, digital y generadora de puestos de trabajo". El Govern pone el acento en "el momento idóneo" para sumarse, como empresa, en este Pacte ya que cuenta con las ayudas del Next Generation. En el acto también han asistido los representados de Foment del Treball, PIMEC, Comisiones Obreres y UGT.
Reparto de la inversión
Si entramos en el detalle del reparto de los 3.000 millones, por años que comporta el pacto, este 2022 ya se destinan: 940 M/€ en el 2022; 793 M/€ en el 2023; 758,8 M/€ en el 2024; 708,5 M/€ en el 2025. Algunos de los retos de este Pacte ya se arrastran de los anteriores, como el despliegue de la fibra óptica que actualmente está en poco más del 70% de los polígonos de actividad económica de Catalunya. Y, aunque no ha sido el tema destacado encima de la mesa, sí han confirmado que la voluntad indirecta de este pacto es atraer el retorno de las sedes sociales de aquellas empresas que se marcharon después del referéndum del 1 de octubre del 2017.
En paralelo, uno de los grandes objetivos fijados es captar inversores extranjeros y convertir Catalunya en un gran hub tecnológico. Otros grandes retos es incrementar la productividad aparente del trabajo de la industria un 3% anual; producir de manera más sostenible; aumentar el grado de electrificación del sector industrial hasta el 42,4% y cuadruplicar el presupuesto de la Generalitat en innovación industrial para convertirse en una región referente y fuerte.
También se quiere incrementar el número de empresas exportadoras y aumentar las exportaciones industriales hasta los 90.000 millones de euros, conseguir un incremento de la inversión de las empresas industriales en activos y crear ocupación industrial de calidad hasta alcanzar la cifra de 510.000 personas afiliadas a la Seguridad Social.