Aena ha presentado hoy su plan estratégico 2018-2021 con previsiones de crecimiento de sus resultados financieros más moderadas, dado un contexto de ralentización del crecimiento del tráfico aéreo y de la llegada de turistas a España, prevé repartir el 80% de los beneficios entre sus accionistas.
La evolución del beneficio neto de la compañía se ralentizará desde un 5,8 % el pasado año hasta un 3,2 % en 2018 (1.272 millones de euros) y un 3,1 % en 2019 (1.311 millones), año en el que el tráfico aumentará en España un 2%, por debajo de los incrementos del 5,5 % previsto para el cierre del presente ejercicio y del 8,2 % que se registró en el anterior.
Con estas estimaciones del tráfico "prudentes" por el comportamiento del mercado británico (debido entre otros factores al 'bréxit') y a la falta de visibilidad de las previsiones para el próximo verano, los ingresos subirán de manera más moderada, teniendo en cuenta que Aena está bajando anualmente sus tarifas aeroportuarias.
A ello se suman mayores exigencias de calidad, algo que se ha convertido en una necesidad, dado que todos los competidores europeos están invirtiendo cada vez más en mejorar los servicios. No obstante, los números a corto plazo siguen "siendo muy robustos y, en términos tanto absolutos como relativos, Aena continúa siendo el operador aeroportuario "más rentable de Europa", según su presidente Maurici Lucena.
De hecho, el plan recoge el compromiso de Aena de repartir entre sus accionistas el 80 % del beneficio en dividendos (975 millones de euros en 2018 y 1.001,3 millones en 2019). Lucena ha recordado en rueda de prensa que las previsiones a largo plazo apuntan que el tráfico aéreo global se duplicará en los próximos veinte años y, para captar parte de ese crecimiento, es necesario ampliar y adecuar la capacidad de los aeropuertos, ofrecer tarifas competitivas y mejorar los niveles de calidad de servicio, además de impulsar nuevas líneas de negocio "generadoras de valor".
En este último ámbito, la estrategia se enfoca en la diversificación y búsqueda de nuevas oportunidades, a través del rediseño y optimización de los servicios comerciales, el desarrollo de proyectos inmobiliarios y el impulso a la expansión internacional.
Según Lucena, la capacidad de los aeropuertos es una de sus principales ventajas competitivas, por lo que el plan incluye la ejecución de todas las inversiones recogidas en el Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) 2017-2021 (2.185 millones de euros) y comenzar a planificar el escenario posterior.
Respecto al negocio no regulado, se rediseñará y optimizará la oferta comercial y se llevarán a cabo los anunciados desarrollos inmobiliarios, principalmente en los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, que serán "sin ninguna duda los dos más importantes que se producirán en España en los próximos 20 años", ha recalcado Lucena.
Aena aportará el suelo o derecho de uso y contará con socios privados que aporten la financiación y el conocimiento. El inicio del proceso de selección de socios está previsto para la segunda mitad de 2019.
Expansión internacional
En cuanto a la expansión internacional, el plan contempla la consolidación y desarrollo de los activos ya operados mediante la extensión o renovación de las concesiones (Luton, México y Colombia), además de prestar atención a la aparición de oportunidades para la adquisición de nuevos activos.
Le interesan proyectos tanto en Latinoamérica y Europa, donde actualmente sigue de cerca la quinta ronda de privatización de aeropuertos en Brasil o el concurso en Sofía (Bulgaria), además de explorar otros que resulten atractivos en zonas como Asia, Oriente Medio y Norteamérica.
Tras hacer públicas por primera vez sus proyecciones financieras, los títulos de Aena han cerrado la sesión de hoy con una caída del 4,74 %, hasta los 139,75 euros por acción, la tercera mayor bajada del Ibex 35.