El aeropuerto de Barcelona-El Prat aporta el 55% de los beneficios de la red de Aena según un estudio de la conselleria de Territori i Sostenibilitat, que denuncia que como contraprestación de esta rentabilidad sólo recibe un 7% del total de inversiones del operador aeroportuario.
El informe, presentado este mediodía por el conseller Rull, analiza un agravio largamente denunciado por los gobiernos de la Generalitat en dos ejes principales: la infrafinanciación de El Prat y el centralización de las operaciones en el aeropuerto de Madrid.
Infrafinanciación de El Prat
El documento analiza las cifras económicas y la previsión de inversiones de los principales aeropuertos españoles, poniendo especial énfasis en los primeros de la red de Aena: Barcelona y Madrid.
A partir de los datos de resultados de Aena y la planificación del Documento de Regulación Aeroportuaria (Dora) para el periodo 2017-2021, el estudio revela una realidad demoledora: el aeropuerto de Barcelona aporta el 55% de los beneficios y recibe el 7% de las nuevas inversiones mientras que el de Madrid sólo representa el 4% de las ganancias a pesar de percibir el 20% de la inversión.
En cifras, Barcelona supone 339,28 millones de euros de beneficio para Aena con una previsión de inversiones de sólo 157,1 millones para la ampliación del dique Sur y seguridad. Por el contrario, Madrid deja 27,5 millones a la compañía a cambio de recibir 445 millones de inversión, que permitirán ampliar la plataforma de estacionamiento remoto y también hacer otras inversiones en seguridad.
Casi al límite de la capacidad
Según las estimaciones de la Generalitat, El Prat cerrará este año con 48 millones de pasajeros sobre una máximo marcado en 55 millones. Eso implica que se encuentra, hoy por hoy, al 87% de su capacidad.
El Govern denuncia que, ante estas previsiones, Fomento sopese en su informe de inversiones que el año 2021 el principal aeropuerto de Catalunya tendrá sólo 47,2 millones de pasajeros, una cifra que ya se podría alcanzar este mismo año. En este sentido, el estudio ya no sólo lamenta las desigualdades entre ambos aeropuertos sino que sostiene que las inversiones previstas no tienen en cuenta la demanda real que tendrá el aeropuerto en el futuro.
Centralización
Otro de los problemas planteados por el documento, junto con la infrafinanciación, es que Aena haya apostado por un nexo, Madrid, que está complementado por otros aeropuertos, considerados secundarios. La solución a este problema, explicada hoy por el mismo Rull, pasaría por una gestión separada por el aeropuerto barcelonés y, por otra parte, para convertir los aeropuertos de Girona y Reus en "la cuarta pista" de El Prat.